Enlace Judío México – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha terminado siendo parte de una declaración en contra de Israel emitida por un organismo que nació por una falsa acusación musulmana antisemita en 1969.

El día de ayer se sostuvo una cumbre extraordinaria de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), organizada por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan que terminó por reconocer a Jerusalén como “capital de Palestina y rechazar el reconocimiento de Trump de la semana pasada.

La sorpresa para muchos fue ver al mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, entre las filas de los mandatarios convocados a la OCI ¿Qué hacía ahí el sucesor del dictador Hugo Chávez?

Antes que nada cabe decir que la OCI surgió por una acusación antisemita en 1969: en aquel año, la Mezquita de Al-Aqsa localizada en el Monte del Templo en Jerusalén, sufrió de un incendio provocado por el cristiano australiano Denis Michael Rohan que decía tener visiones religiosas que no eran más que un padecimiento de sus facultades mentales.

El aún Mufti de Jerusalén y líder moral palestino de entonces, Amin Al-Huseini, quien de manera infame tuvo contacto directo con Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, acusó a Israel de provocar el daño al recinto sagrado musulmán. Para entonces estamos hablando de que Jerusalén tenía dos años de haber sido reunificada y dejar de estar parcialmente bajo el control jordano absoluto, después de la Guerra de los Seis Días en 1967.

Ante lo que se consideró un embate en contra de la Ummah (comunidad) musulmana, se convocó a una cumbre de países islámicos en la ciudad de Rabat en Marruecos a poco más de un mes del incidente que terminó por conformar a la futura OCI. Menos de 3 años después la organización ya tenía una estructura y su propia carta fundacional estableciendo como sus objetivos una mejor cooperación entre las naciones musulmanas y contar hoy día con 57 países.

De manera formal, Maduro asistió debido a que es el presidente desde 2016 del Movimiento de Países No Alineados (MPNAL), agrupación representada en la OCI y conformada en la época de la guerra fría por idea, entre otros, del líder egipcio Gamal Abdel Nasser, férreo enemigo de Israel, que también ocupó el puesto que Maduro ostenta hoy entre 1963 y 1970.

El MPNAL se consideraba no alineado ni con la EE.UU. ni con la Unión Soviética y tenía como agenda luchar contra el “imperialismo” y el “colonialismo”, saco al que han arrojado siempre a Israel.

Durante la cumbre, Maduro declaró que el reconocimiento de Trump sobre Jerusalén carece de validez jurídica, que viola las leyes internacionales y que debe de ser revocada y que el MPNAL daba su apoyo a la causa Palestina en contra de Israel.

Así fue como el presidente de Venezuela ha terminado siendo parte de una declaración en contra de Israel emitida por un organismo que nació por un falso líbelo en contra de Israel. Pero la cuestión no llega hasta ahí.

Esta fue la segunda cumbre de la OCI a la que asistió Maduro. En septiembre pasado participó en la reunión del organismo realizada en Kazajistán, durante la que arremetió en ese entonces contra EE.UU. al que acusa de presiones para provocar el derrocamiento de su dictadura en Venezuela.

“El pueblo venezolano, especialmente en los últimos seis meses, ha sido testigo de invasiones e intervenciones de EE.UU., pero resistiremos a esas presiones manteniendo nuestra unidad“, dijo Maduro al reunirse con el presidente iraní, Hasan Rohani en aquella ocasión.

“Es tiempo de luchar por otro mundo. Es tiempo de luchar por un mundo sin guerras, sin terrorismo, sin imperios hegemónicos”, aseguró, en clara alusión a EE.UU.

Maduro comunicó además durante esta primer reunión con la OIC que pediría unirse como miembro observador. “Venezuela va a ingresar a la Organización Islámica de Cooperación de 57 países de los más poderosos del mundo , de los más emergentes del siglo XXI” señaló.

Entre los miembros observadores están Bosnia y Herzegovina, cuya mitad de la población, cerca de 1.5 millones de personas es musulmana; Rusia, cuyo 6% de la población es musulmana, esto es, cerca de 10 millones de personas; Tailandia, que tiene un 5% de población musulmana o lo que es casi 3 millones de persoans; la República Centroafricana con un 15% de población musulmana, arriba de 500 mil personas y finalmente el disputado estado de Chipre del Norte del que casi el 100%, cerca 300 mil habitantes, son de religión musulmana.

Venezuela cuenta con una comunidad de apenas 100 mil musulmanes que no alcanza ni siquiera a conformar el 1% de su población, pero las verdaderas intenciones de Maduro y las del grupo que lo abrigaría son muy claras cuando se trata de Israel.

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