Enlace Judío México – Además de las velas de la janukiá durante la festividad, nuestras colaboradoras Shoshana y Mylen te platican acerca de los 8 valores primordiales que debes de encender en tu vida para estar en plenitud.

Shoshana Turkia: Hoy queremos platicar acerca de la festividad de Janucá, la festividad de las luces dentro del judaísmo donde celebramos la sobrevivencia espiritual y material del pueblo pudío frente al gran imperio griego, los yavanim, como lo decimos en hebreo.

Queremos platicarles un poco de como cerrarnos a la obscuridad, como nosotros podemos ser este milagro de vida cuando todo parece contravenirla y cuando parece que lo que impera es la muerte, la corrupción, el daño o la violencia. Es una fiesta muy contemporánea y muy actual. Acompáñenos por este recorrido por nuestras 8 velas según Presente Continuo.

Mylen Saadia: Nosotras creemos que todos tenemos una chispa divina dentro de nosotros y que esa es la luz que venimos a transmitir a este mundo. A darnos y a compartir con los demás. Cuando estamos viviendo desde la obscuridad es cuando no estamos poniendo nuestra luz, cuando no compartimos esa esencia o esa chispa divina y entonces no crecemos en esa parte que puede ser nuestro mayor talento o nuestra más grande virtud.

Y nos quedamos como apagados. Son 8 velas que prendemos en Janucá, pero también es importante pensar que nosotros encendemos nuestra luz, encendemos el lugar en el que estamos y otras velas también se pueden encender con nuestra luz ¿Como podemos encender esa luz? A veces es tocando otra vela con el contacto físico y emocional. Realmente conectar con la otra persona. O podemos encender esa vela con el calor, de calor a calor. Que también es esa parte de acogimiento o incluso de pasión. Es poner luz en medio de la obscuridad.

ST: Consideramos que hay 8 atributos u 8 valores primordiales que nos permiten ejercer nuestra luz interior. El primero es el amor incondicional. Creemos que sin amor la vida no es posible. Nosotras entendemos en Presente Continuo, ya lo hemos platicado varias veces en este espacio, que el amor es enfocarnos en las virtudes del otro y permitir que estas virtudes se expresen, se abran, es decir, tratar a los demás no solamente como deben de ser tratados sino como podrían ser tratados. El amor incondicional se da a raíz de conocer primero nuestras propias virtudes y ver la vida con el ojo bueno.

MS: No es nada más el amor hacia otros, sino también hacia nosotros mismos. La segunda virtud de la que queremos hablar es la gratitud. Estamos convencidas que todo lo que nosotros agradecemos es lo que vamos a tener más en nuestra vida. En parte porque es a lo que le vamos a poner el ojo. Cuando bendecimos todo lo que tenemos, toda la abundancia, el amor, el éxito, el conocimiento, etc., y agradecemos por esto que tenemos, sabemos ponerlo al servicio de otros porque estamos agradecidos.

ST: La gratitud lo que nos permite es contar nuestras bendiciones. Y después de la gratitud sigue un pilar fundamental del amor y de los vínculos que es la generosidad. Cuando tengo la convicción de que lo tengo todo para vivir, entonces puedo compartirla con las otras personas. Nosotras no creemos tanto en la filantropía a medias o dar lo que nos sobra, sino compartirnos desde adentro.

Es decir, cuando somos generosos, no solamente con nuestros bienes materiales, sino con nuestro tiempo y nuestro talento realmente estamos ejerciendo la luz en la obscuridad. ¿Cómo podemos darnos incluso a aquellas personas que no nos quieren tanto? Cuando empezamos a ejercer la generosidad en otros, en los desconocidos, podemos también encender su propio talento y abrirnos a un vínculo más significativo.

MS: Otra virtud de la que queremos hablar sería la cuarta vela, la de la voluntad, del poder, de la fuerza. De poner en acción aquello que nosotros deseamos o que queremos lograr. Usar todos nuestros recursos, todas nuestras habilidades que tenemos al alcance para el logro de nuestras metas. Esto nos pone en el lugar de sujetos de nuestra vida. Se acciona lo que hemos venido a este mundo a hacer. De otra manera nos ponemos como víctimas. Si hay un milagro de Janucá es que el pueblo judío deja de ser víctima para ser guerreros que pueden enfrentar a este gran enemigo y vencer la parte espiritual de lo material que nos lleva a la siguiente vela.

ST: El discernimiento, la sabiduría. Creemos que hay una parte de la sabiduría que se adquiere estudiando y que se adquiere a través del esfuerzo y la disciplina, pero también hay una parte muy básica muy rudimentaria que es el discernimiento. Cuando todo al principio se creó, lo primero que Dios hace es separar las cosas. Y no es que las aguas de arriba sean mejores que las aguas de abajo. No es mejor la luz que la obscuridad. Es simplemente ponerlas en su espacio, en su tiempo y en su momento. Entender cuáles son las cualidades útiles de estos elementos. Es decir, el discernimiento entre lo que es útil y lo que no es útil. Entre lo que me sirve y lo que no me sirve.

Ninguna persona que viva la cultura occidental me va a decir que los helénicos eran unos imbéciles, es decir, toda la filosofía, todos los fundamentos de la matemática moderna, incluso la democracia y el sistema económico y político que vivimos viene de la cultura helénica. Alguien me dira, “¿Cómo me vas a decir entonces que los macabeos tenían la razón?”. Había partes de esa cultura helénica que eran muy útiles, pero otras destruían el espíritu. Tener esta capacidad de ver, de discernir y de acomodar las cosas y los elementos sin que una niegue la existencia de la otra se vuelve un pilar fundamental para la generación de la sabiduría. Es decir, no necesitamos excluir las cosas para construir un sistema complejo.

MS: Esto nos lleva a nuestra siguiente vela que es la aceptación. Puedo discernir y puedo decir, “El bien y el mal; lo bello y lo feo; la luz y la obscuridad”, pero hay momentos en la vida que toca aceptar, aceptar lo que es. Si hay cosas que puedo cambiar es el momento de accionar para cambiarlas, que esa es la parte de la voluntad. Pero cuando no es, uno dice, “¿Cómo puedo vivir con esto que estoy viviendo?” y poderlo aceptar como algo divino y poder encontrar la perla, la belleza que encierra esta situación, este momento, esta persona. A veces rechazamos a alguien o rechazamos una situación, o nos enojamos por cierta actitud y la dificultad más grande que tenemos es aceptar que esa otra persona, quizá tenga las mejores razones para hacer lo que hace y que algo me toca aprender de esta situación.

ST: Después es la valentía. El arrojo de hacer las cosas cuando todo parecía improbable, cuando todo está en contra, cuando todo es oscuridad, tener esta valentía de poder imaginar otra posibilidad y llevarlo a la acción. Son dos cosas que tienen que ir pegadas. Uno no puede ser valiente sentado desde atrás de su escritorio, contemplando la vida. La valentía se ejerce en la acción, en el hacer. Muchas veces dejamos de ser valientes porque el resto de la gente no está haciendo lo que estamos haciendo nosotros.

Y es regresar esta chispa de originalidad y de individualidad a nuestro contexto. Ser valientes es lo que nos ha permitido el desarrollo tecnológico, social y cultural del mundo. Es decir, este sistema no funciona tan bien como podría funcionar. Ser elementos disruptores en la cultura y en la sociedad es lo que nos crea nuevas capacidades de creación. Pero para eso tiene que haber alguien que sepa decir, “esto no es suficiente”.

Y es muy probable que esa persona tenga todo en contra, empezando por su entorno, que prefiere mantener el status quo. Cuando los macabeos dijeron, “esto no puede seguir así”, el resto de la gente les dijo, “¡Cállate! ¡Nos van a matar a todos! ¡Deja de decir sandeces, uno no se pelea con los griegos!”. Pero esta gente tuvo el arrojo y tuvo la valentía, porque tienen la siguiente vela que es…

MS: La fe. Y la fe es la energía y el valor que mueve al mundo. Y otra vez reiteramos: no tiene nada que ver con Dios, pero sí en este poder superior o en esta consciencia mayor que puede ser la ecología, la comunidad, etc. Ese todo que le da sentido a mi existir. Esta fe es conectarme también con que yo me lo merezco o con que yo puedo. Y esta autoconfianza en mí mismo. Autoconfianza en mi mundo, en que sí puedo hacer lo que se tiene que hacer.

ST: La fe, como decía mi abuelita en paz descanse que también nació en Janucá y a quien le dedico esta cápsula, es esta convicción de HaKol ihiye beSeder (todo va a estar bien). BeSeder en hebreo significa “va a estar en su orden”. Cuando nosotros sabemos que lo único que estamos haciendo es acomodar las piezas, es cuando realmente estamos ejerciendo la fe, porque las piezas ya están dadas, el rompecabezas ya está en la mesa.

Vamos de atrás para adelante con nuestras velas para que veamos cómo sí van hilándose para construir un proyecto de vida. Ahorita que vamos a pasar del 2017 al 2018, no estaría mal revisar los famosos propósitos que hacemos con estos atributos que proponemos.

  • Fe, las piezas ya están ahí ¿cómo vas a jugarlas?
  • Valentía, que es tener el coraje y la fuerza para llevar a cabo las cosas.
  • Aceptación, ¿Cómo lo diverso a mí también tiene verdad, belleza y bondad? Si logramos encontrar eso en nosotros es muy probable que encontremos nuestra propia belleza, verdad y bondad
  • Discernimiento, que no pueda aceptar nada si no sé que hay algo diferente o distinto. ¿A qué camino quiero elegir? Poder distinguir entre el camino A o el B.
  • Voluntad o ejercicio del poder. El poder en nuestra sociedad está mal visto, los poderosos son los malos. Realmente los poderosos son los que hacen que las cosas sucedan y yo creo que si nosotros asumimos ese poder, es decir, esa energía que nace en el centro de nuestro cuerpo y que se logra materializar, entonces sí vamos a ser la luz en la obscuridad que pretendemos.
  • Generosidad. Darme al otro en lo mejor de mí mismo, en poderme salir de mi parte egoísta para estar en servicio con la humanidad.
  • Gratitud, que es contar las bendiciones, es ver la vida con el ojo bueno.
  • Amor incondicional, que es la que enciende todas las velas y que conecta al final con la fe.

Les deseamos a todos ¡Jag Janucá Sameaj!, que en sus hogares vean mucho amor, mucha luz, mucha comprensión y sobre todo, atrevámonos a ser diferentes, como los macabeos, que a pesar de que todo parecía estar en contra, sí tenemos una responsabilidad de hacer de este lugar más amable, más habitable, con una mayor escala espiritual, emocional, erótica y económica.

¡Jag Janucá Sameaj a todos y feliz 2018!

Para contactar a estas dos extraordinarias mujeres, pueden escribirles a [email protected] y para obtener mayor información, ir a la página www.presentecontinuo.com.mx.