Enlace Judío México.- Los presidentes de Rusia, Irán y China se reúnen el sábado en una cumbre, en medio de tensiones comerciales y diplomáticas con Estados Unidos, y mientras el G7 que se celebra en Canadá revela profundos desacuerdos entre Washington y sus aliados.

La cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que además de China y Rusia incluye a varios países del centro y el sur de Asia, se inicia este sábado en la ciudad costera de Qingdao, en el este de China.

El principio de esta reunión coincide con las últimas horas, al otro lado del Pacífico, de la reunión de los países industrializados del G7, que dejó de ser G8 desde que Rusia fue excluida del club en 2014. El G7 intentaba reducir las grandes fracturas que el presidente estadounidense Donald Trump ha abierto sobre comercio y el programa nuclear iraní.

Vehículos blindados y fuerzas de seguridad patrullaban el sábado las calles de la gran ciudad portuaria china, conocida por sus colinas de pinos y sus mansiones de estilo alemán.

Las autoridades evacuaron a comerciantes, residentes y turistas de varios barrios, antes de una ceremonia oficial de apertura programada a última hora local del día.

Junto al presidente ruso Vladimir Putin y el chino Xi Jinping, participará en el encuentro un invitado especial: el presidente iraní Hasan Rohani. Y aunque la cuestión del acuerdo nuclear iraní no figura en el orden del día, Rohani podría hablar del tema con sus homólogos.

Moscú y Pekín firmaron, junto a Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido, el acuerdo de 2015 por el que Teherán aceptó limitar sus actividades nucleares a cambio de un levantamiento parcial de las sanciones internacionales.

Pero la decisión de Donald Trump de retirar a su país del pacto abrió la puerta a nuevas sanciones contra Irán y contra las empresas extranjeras presentes en el país.

Teherán busca ahora garantizarse el apoyo de los otros firmantes, y en especial de China, gran consumidora del petróleo iraní, para mantener a flote su economía.

“Irán no puede esperar de forma indefinida. Hemos sido un actor fiel a nuestros compromisos. Y estamos frente a una región extremadamente volátil”, afirmó a la AFP una alta responsable iraní, Masoumeh Ebtekar, durante una visita a Lituania.

Frente a la retirada estadounidense “los miembros de la OCS podrían acordar un estatuto de miembro para Irán, para expresarle su apoyo y su apego al acuerdo nuclear”, observa Dawn Murphy, profesor de relaciones internacionales del US Air War College.

Rutas de la Seda
Rohani es el segundo presidente iraní que asiste a una cumbre de la Organización de Shanghái, donde Teherán solo tiene un estatuto de observador.

La OCS cuenta entre sus miembros a cuatro exrepúblicas soviéticas de Asia Central (Uzbekistán, Kazajistán, Tayikistán, Kirguistán) y dos recién llegados: India y Pakistán. El primer ministro indio Narendra Modi viaja también a Qingdao.

Esta cumbre se celebra además justo antes de la histórica reunión, el martes en Singapur, entre Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un.

China, que no pretende dejarse marginar por las conversaciones entre Washington y Pyongyang, debe además aprovechar la cumbre de la OCS para impulsar su gran proyecto de infraestructuras de “nuevas rutas de la seda”.

Ello se produce asimismo en un momento en que el gigante asiático sigue bajo la amenaza de sanciones aduaneras estadounidenses, preludio de una posible guerra comercial.

En este contexto, el comercio y las cooperaciones económicas ocuparán buena parte de las conversaciones en la OCS, según Dawn Murphy.

Fuente. Eje Central