La certidumbre macroeconómica no es un concepto rebuscado de académicos y expertos. Es la base sobre la que nos movemos los individuos comunes para tener una vida estable.
El concepto Fintech ha tomado fuerza y popularidad, pues implica un cambio de tendencia donde los servicios bancarios tradicionales de sucursales, serían reemplazados eventualmente por ofertas digitales que no utiliza el sistema bancario.
Más allá de la situación de PEMEX y las calificaciones bajas que nos pongan las agencias internacionales, hay que ser conscientes de que existe un problema estructural más importante y urgente de resolver: La gran polarización que existe en la sociedad mexicana en materia económica-laboral.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), publicó un informe donde alerta sobre un futuro desequilibrio social, político y económico en el mundo a consecuencia de la presión para clases medias mundiales.
El fortalecimiento del peso responde a una coyuntura internacional específica donde los grandes fondos denominados en moneda extranjera invierten en México por sus altas tasas de interés.
La estrategia de ahorro y eficiencia en gasto debe de ir aparejada con un proyecto nacional de políticas públicas que alienten la inversión y generen confianza en los mercados al impulsar proyectos productivos.
Es claro que México vive en un estado de ingobernabilidad creciente. Este tipo de estudios no solamente sugieren la importancia de tener una política integral de combate al crimen organizado, sino la urgente necesidad de cambiar de fondo a un país.
PEMEX tuvo un pésimo manejo en sexenios de gobiernos anteriores, que permitieron que los sindicatos y el derroche acabaran con la empresa más importante de México.
Es importante asumir la crisis y actuar rápido. Hay que tener inteligencia emocional, agilidad en toma de decisiones, mantener una reputación impecable y retener a la gente clave.
La nueva ley contiene exigencias de capital mínimo que se solicitará a las Fintech, límites de inversión para las plataformas de fondeo colectivo y los límites de financiamiento para los solicitantes de este tipo de figura.
Tendremos un foro de Davos que brillará por la ausencia de los líderes mundiales más importantes, que no asistirán abrumados por sus problemas internos.
Viene un año difícil y de cambios. No obstante, eso no significa que será un año negativo. Muy por el contrario, es un año de oportunidades, donde sin duda empezarán a atacarse problemas de fondo del país.
La penetración de los teléfonos celulares, la gran cantidad de usuarios de internet, y poca infraestructura de ciberseguridad, hacen que los delitos virtuales crezcan, y se vuelvan una seria amenaza para nuestra economía.
No está mal tomar medidas para tener un mercado más justo y competitivo. No obstante, estas acciones deben de ser previamente consensadas y calculadas, para que “no nos salga más caro el caldo que las albóndigas”.
Debemos dimensionar los grandes cambios que se vienen ante el anuncio de cancelación del NAICM.
El pasado domingo, Estados Unidos alcanzó un acuerdo para sumar a Canadá al pacto comercial firmado con México.
La FED se aventuró a aseverar que la política fiscal americana lleva tiempo por un camino insostenible, sugiriendo que ya es necesario adoptar una postura fiscal más prudente.
Estamos llegando a un cambio de paradigma en donde las instituciones financieras no serán el único vehículo de préstamos para las personas y las empresas mexicanas.
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