DAVID SHANKBONE / El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrala, dijo que el contenedor de amoníaco sería como “una bomba nuclear” si lo golpea un misil.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El Ministerio de Medio Ambiente de Israel dijo el miércoles que no renovaría la licencia de un contenedor de amoniaco en la ciudad norteña de Haifa.

El contenedor, que puede contener 12.000 toneladas de la toxina, pone al público “en un riesgo que no podemos aceptar”, dijo en un comunicado.

El tema fue destacado el año pasado cuando el jefe libanés Hassan Nasrala dijo que el contenedor de amoniaco sería como “una bomba nuclear” si fuera alcanzado por los misiles de su grupo militante.

El ministerio prohibió a Haifa Chemicals rellenar el contenedor a partir del 1 de marzo. Sin embargo, se le concedió otro tres meses para distribuir el material a industrias relevantes como fuentes alternativas de amoniaco.

La decisión, que sigue a una audiencia del ministerio en diciembre, se produce después de que un tribunal local de Haifa aceptara la apelación del municipio y decidiera el 13 de febrero que el contenedor debe vaciarse en el término de 10 días.

Haifa Chemicals había apelado la sentencia, con una nueva audiencia de la corte fijada para el 26 de febrero. Un portavoz del municipio de Haifa dijo que seguirían insistiendo a la corte que el envase se vacíe sin demora.

La decisión de la corte viene después de una lucha de décadas de grupos ambientales que se oponen al tanque que para Nasrala, cuyo grupo se enfocó en la zona de Haifa en una guerra con Israel en 2006, se hizo eco de las advertencias de expertos y activistas citados en los medios de comunicación israelíes de que “decenas de miles de personas” morirían en caso de que el contenedor fuera atacado.

Un grupo de expertos dijo que incluso sin la potencia de fuego de Nasrala, el contenedor o el barco que le transfiere el material podrían agrietarse o tener una fuga, exponiendo a miles de personas a un peligro Y posiblemente la muerte.

Fuente: i24News – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico