POR ENRIQUE RIVERA

El Premio Derechos Humanos que confiere B’nai B’rith es un reconocimiento a la labor de quienes han destacado en ese campo, sin tomar en cuenta color de piel, religión o género.

En México, la filial de B’nai B’rith México ha distinguido en el pasado a personalidades tales como Pedro Ramírez Vázquez, Mario Moreno “Cantinflas” y Rodolfo Stavenhagen, por nombrar sólo algunos. En esta ocasión fue el Lic. Daniel Liwerant quien recibió la presea.

¿Méritos? Muchos. Es ampliamente conocido por su labor en pro de la Educación, del Bienestar del Pueblo Judío, dentro y fuera de Israel, con especial énfasis en México.

Como lo recalcó el rabino Rittner en sus palabras durante  la ceremonia, llevada a cabo en la Comunidad  Bet-El, ni los oradores, ni el video alusivo a las actividades y al curriculum del homenajeado fueron suficientes para cubrir la amplitud de la trayectoria de este askán y activista pro-Israel.

Muchas fueron las personalidades, amigos y familiares que acompañaron a Daniel Liwerant en este acto, el cual tuvo mayor realce gracias a la participación de la Embajadora de Israel en México, la Sra. Rodica Radian Gordon; el representate de B’nai B’rith Internacional, Moshe Smith; el Rabino Rittner; Emilio Srougo, presidente de Bnai Brith México, así como representantes de las Comisiones de Derechos Humanos, tanto del D.F. como nacional.

Sin embargo, la presencia que hizo la diferencia fue la de su amada familia, destacándose la presencia de la Lic. Judith Boxer, compañera de vida de Daniel Liwerant y copiloto de las aventuras que emprenden en los diferentes campos del quehacer humano.

El Coro Shiratí, de Bet-El, llevó sobre sí la parte musical, con la cual la velada se hizo aún más amena.