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Las revueltas que vive estos días el mundo árabe, y que han provocado el fin de los regímenes dictatoriales instalados desde hace muchos años en Túnez y Egipto, se extienden ahora por el Magreb.

Las protestas de Libia, fuertemente reprimidas por el régimen de Gadafi, se habrían saldado hasta el momento con la muerte de más de un centenar de personas -doscientas según otras fuentes- y cerca de un millar de heridos. Los acontecimientos recientes en todo el norte de África han puesto en guardia a los dictadores de la zona que quieren impedir a toda costa que la euforia popular y las demandas de cambios radicales les arrastren también a ellos.

El conflicto se esté en estos momentos se está extendiendo a Marruecos. En varias ciudades del país vecino hubo ayer concentraciones para pedir democracia y libertad en las que se concentraron miles de personas. De momento, no parece que el Gobierno de Mohamed VI esté reprimiento las protestas ni que se haya desatado una oleada de violencia, pero el clima creado en la zona ha desatado todas las alarmas.