Siria es un Estado prisión y cementerio, a causa de que el dictador Bachar el Asad, apoyado por el dictador de Irán, Ahmadineyad, detienen a toda persona que ha participado en una manifestación de protesta en Deraa, Homs, Alepo, Tartus, Latakia, Damasco y otras poblaciones.

A cañonazos ha sido atacada Deraa, epicentro del movimiento sirio de oposición a la dictadura.

“Desconocidos” individuos armados y vestidos de civil, disparan contra la población. Son los asesinos profesionales que envió Irán y la organización terrorista libanesa que se autodenomina “partido de D-os”

Jaled Meshal, dirigente político de los palestinos de Gaza “Hamas”, es el responsable de los crímenes de Lesa Humanidad, del secuestro del soldado israelí, Shalit, del incesante disparo de misiles y de ataques con mortero en contra de Israel, de la acción de terror lanzando ataques de suicidas cargados con explosivos, durante años impunemente dictó sus instrucciones desde a sus seguidores en la práctica del terror; por lo que es necesario que se le detenga y sea presentado ante la justicia como responsable de crímenes de guerra y Lesa humanidad, al igual que a los integrantes de su directorio militar y a los directivos de Yihad Islámica, que también tiene cuartel general en Damasco.

Han sido asesinadas más de 545 personas en Siria, pero muchos cuerpos humanos no han sido recogidos, porque las fuerzas armadas sirias y sus asesinos sin rostro los hacen desaparecer.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe adoptar una resolución, para proteger a la población civil siria, que lucha pacíficamente por la democracia y los Derechos Humanos. El frente Internacional de Derechos Humanos solicita al Consejo de Seguridad que dé protección a la población de Siria, que está siendo atacada a cañonazos, con tanques y los que participan en manifestaciones son encarcelados.

Benjamín Laureano Luna.

Presidente.