MOZGOVAYA NATASHA/HAARETZ
La Liga Anti-Difamación (ADL) condenó enérgicamente el viernes la publicación de un libro de historietas creado por los partidarios de un movimiento contra la circuncisión en San Francisco, pues contiene “imágenes grotescas y temas antisemitas.”
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El “Mohel Monstruoso” es uno de los dos cómics de la serie “El Hombre del prepucio”, creado por el presidente del grupo a favor de la Ley anti Mutilación Genital Masculina, movimiento que apoya una legislación contra la circuncisión, quien logró colocar su polémica medida entre otras propuestas de ley que propondrá en la contienda electoral de noviembre.
Nancy J. Appel, Director Asociado Regional de la ADL ( American Defense League), dijo que el libro, que cuenta con personajes judíos ortodoxos identificables como villanos malvados, es “irrespetuoso y profundamente ofensivo.”
“Éste es un tema delicado y serio acerca del cual gente buena puede estar en desacuerdo. Sin embargo, la comunidad judía lo siente como un asalto a sus valores y tradiciones, los cuales se remontan a miles de años y se centran en la Biblia hebrea”, dijo Appel en un comunicado.
“Es un tema para el debate: otra cosa es que sea degradado a un cómic. “El hombre del prepucio”, con sus imágenes y temas grotescos y antisemitas, alcanza un nuevo récord de bajeza y es profundamente irrespetuoso y ofensivo”, dijo, y agregó que “algunas imágenes traen a la mente ancestrales libelos antisemitas tales como el libelo de sangre, que se refiere a un supuesto ritual judío de sacrificio de niños cristianos. ”
Los mohels son médicos especialmente entrenados para llevar a cabo la tradicional ceremonia judía de circuncisión masculina.
Los partidarios de la prohibición dicen que la circuncisión masculina es una forma de mutilación genital innecesaria, dolorosa e incluso peligrosa. Dicen que los padres no deben ser capaces de imponer la decisión a sus niños recién nacidos.
Si la medida es aprobada en noviembre, la circuncisión se prohibirá en hombres menores de 18 años, convirtiéndose la práctica en un delito menor, castigable con una multa de hasta $ 1,000 dólares o un año de prisión. No habría exenciones religiosas.
