NELSON VARGAS BASÁÑEZ/ REFORMA

Ser padre es un sentimiento inigualable para cualquier ser humano; significa alegría, ilusión, amor, sueños, miedos, responsabilidad y una nueva visión para dedicar cada uno de tus días a ese ser que llegó para cambiarte la vida. Sin embargo, en mi caso, también ha significado uno de los dolores más desgarradores que no le deseo a nadie, tras morir una parte en mí después de lo sucedido a mi hija Silvita.

A pesar de esa herida que no cicatriza y sigue latente por la impotencia y el dolor de su pérdida, sigo vivo porque sé que debo ser ejemplo para los demás integrantes de mi familia, que no quiero se derrumben.

Más allá de la política, de los acuerdos, de los discursos, de las estadísticas, me gustaría dar un consejo directamente a los padres de hoy. Es muy importante entiendan que deben sumar a la enseñanza de sus hijos la de vivir siempre alertas. Tenemos que hacer sentir a nuestros niños y jóvenes que en cualquier momento, cualquier persona puede ser rehén de la delincuencia.

El peor error está en aquellos que piensan “a mí no me va a pasar nada”. Yo era uno de ellos y me equivoqué. Los tiempos de hoy nos demuestran que debemos vivir siempre en alerta, que debemos ser cuidadosos en todas las actividades que realizamos, estar al pendiente y supervisar las actividades de nuestros hijos, tener una comunicación estrecha, alertarlos de los graves riesgos que existen, por ejemplo con las famosas redes sociales, que pueden hacerlos rehenes de la delincuencia y muchas cosas más que nos hacen vivir en la inseguridad e incertidumbre.

Si es difícil ser padre, en estos tiempos lo es mucho más, por lo que las familias deben estar alertas, sumar a su vida la prevención. ¿Cómo? Siendo discretos, estando siempre comunicados y con una visión de águila que todo lo abarque. Padre que no invierta tiempo, dedicación y consejos en la educación de sus hijos en cuanto a la prevención y la seguridad, lamentablemente amplía las posibilidades de sufrir en el futuro. Siempre hay que estar alertas y ser precavidos, lo cual reducirá el porcentaje de que vivan una tragedia como la sucedida a mi familia.

Los padres de familia deben entrenar a sus hijos para enfrentar la vida. Como padres tenemos que hacer conciencia de vida en nuestros hijos, desde que nacen tenemos que darles el hábito de la disciplina, tenemos que crearles el hábito de que la vida es una continua competencia y que debemos aprender a competir en la escuela, en el trabajo, en todos los roles en que nos desempeñamos en la vida, y más ahora en una sociedad donde hay que competir para sobrevivir.

En mi experiencia, creo que si no hubiera tenido la mentalidad de un competidor, de una persona que siempre ha estado luchando en la vida, hubiera sido muy difícil sostenerme. Es muy importante que los padres estén permanentemente en contacto con sus hijos, que no le dejen toda la responsabilidad a las madres, tienen que hacer un equipo de trabajo para el desarrollo de sus hijos.

Todo comienza desde la familia. Es muy triste ver niños con sobrepeso o estadísticas de la alta cantidad de suicidios que existen por el descuido de los padres a sus hijos; la prevención y seguridad también deben ser un tema de familia. La época de hoy nos obliga a reordenar la enseñanza dentro de la casa, a que desde temprana edad les creen a sus hijos hábitos de actividades como la música, el baile, el deporte, la lectura. No es lo mismo hacerlo a temprana edad que querer arreglarle la vida cuando tiene ya 15 años y se encuentra en un ambiente hostil.

Como lo he dicho, cambiaría todo lo que tengo por haberle evitado ese dolor a mi pequeña y daría todo lo que tengo, mi vida misma, por volver a verla. Pensé que después de 50 años de trabajo, ya la había hecho, pero aquel septiembre del 2007 fue el peor de todos mis años de existencia. A pesar del dolor, no me desanimo, sigo luchando.

México se está derrumbando y los jóvenes son los únicos que pueden hacer el cambio, siendo los padres de familia los pilares para caminar de la mano con sus hijos para ese cambio.

El autor fue director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.