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06 de julio de 2011 -El exministro israelí de Defensa Amir Peretz estuvo a punto de ser detenido la semana pasada por una orden judicial contra él cursada en Londres a petición de varias organizaciones de derechos humanos y pro palestinas en relación con la guerra del Líbano de 2006, informa hoy el diario Yediot Aharonot.

Líder laborista y ministro de Defensa entre 2006 y 2007, Peretz visitó Londres para participar como conferenciante en varios eventos públicos de organizaciones judías e israelíes, pero adelantó su regreso del domingo al sábado a raíz de la orden judicial de un tribunal local.

La orden se dictó por su responsabilidad en supuestos crímenes de guerra que Israel habría cometido en ese enfrentamiento armado, que duró 34 días y se cobró la vida de más de 1.100 libaneses y 150 israelíes.
Según el diario, Peretz fue advertido de antemano por el Ministerio israelí de Asuntos Exteriores de que “grupos anti-israelíes” se habían enterado de su llegada para dar una conferencia en una universidad británica y habían solicitado una orden de arresto contra él.

Funcionarios de Justicia y de Exteriores trataron de convencerle de que no viajara pero el ex ministro, aspirante a liderar de nuevo el Partido Laborista, alegó que no anulaba el viaje.

Como medida preventiva, y en medio de una estratagema para confundir a las organizaciones denunciantes -que el diario no identifica-, Peretz anunció a la universidad que cancelaba el viaje y esas entidades sólo se enteraron de su llegada una vez que se encontraba en el país.

El procedimiento para obtener la orden se dilató lo suficiente como para permitir al ex ministro seguir con su agenda y, poco antes de ser cursada, abandonar el país el sábado por presiones de la Embajada israelí en Londres.
“No tengo intención de escapar de nadie, pero tampoco de caer en las trampas provocadoras de organizaciones radicales cuyas posturas descontroladas ni yo, como hombre de paz, puedo aceptar”, explicó al diario.
Las órdenes de arresto en varios países de Europa, entre ellos España, contra gobernantes y militares israelíes fueron frecuentes hasta 2010.

Sin embargo, se han reducido desde entonces porque Israel convenció a varios países occidentales clave de que enmendasen sus legislaciones y no permitieran la aplicación del principio de “universalidad” para casos que pueden ser juzgados en el país de origen del sospechoso.A raíz de un caso similar hace dos años, Gran Bretaña prometió a Israel efectuar esa enmienda, pero el proceso legislativo se vio retrasado por lo que las asociaciones denunciantes pudieron conseguir que un tribunal de Londres dictase la orden de detención contra Peretz.