ESTHER ZYCHLINSKI Y ZVI ZIMAN

Sin duda Richard Viqueira y Edgar Chías en sus respectivas carreras nos sorprenden. Sin embargo cuando ambos se unen, el resultado, que ya se espera, es simplemente retante.

La expectativa aumenta, más cuando sabes que será en un sótano para 26 espectadores, en este caso el del Teatro Benito Juárez, en  la calle de Villalongín 15, con las actuaciones de los irreconocibles Beatriz Luna y Emmanuel Morales, bajo la dirección de Richard Viqueira.

Al llegar uno no sabe qué esperar, se ve un taladro y dos personajes hombre y mujer, además de la sorpresa de recibir una linterna para un simulacro que exige la delegación antes de empezar, después del mismo el resultado es una obra espeluznante, decían tanto Richard Viqueira como los actores en la conferencia que era sado-masoquista,  algo que ninguno de ellos había hecho antes sin saber el resultado y la respuesta de los espectadores.  Este sado-masoquismo, hilo conductor en un raro juego donde víctimas y victimarios, juegan en un siniestro y mórbido humor negro donde el cambio o la provocación detona grados de masoquismo, siendo el hombre el menos violento.

Nos preguntamos qué  pensaría INMUJER y todos estos grupos que quieren hacer de la mujer únicamente la víctima sin pensar que ella puede reaccionar y ser más violenta que el hombre, saliendo a flote la violencia femenina, aquí cada espectador sacará sus propias conclusiones.

El erotismo que carece de glamour, cruel, directo y sin cortapisas con una sugerencia no apto para personas sensibles o protectores de animales por una escena donde no hay sangre o muertes de animales, aunque el efecto psicológico en el público no es menor.

Los dos actores nos sorprenden y lo “ inusual” de varios cuadros y una cuerda no es extraña si vemos algunas piezas de Richard Viqueira, el estilo de Edgar, talentoso y tan propio de él, resulta una pieza impecable y aterradora donde los actores  y todo el staff  creativo, impactan y nos dejan pensando, enojados, asustados, conmocionados según cada espectador.

No se puede decir diversión salvo que el sadismo esté en cada persona y por qué no, en el mundo interno que cada uno tenemos.

Atrévete a ver esta obra donde un hombre entra a una casa habitada por  una mujer sola  con la seguridad de no dejar indiferente al espectador. Se presenta del 5 al 28 de agosto, los  viernes a las 20:00 horas, sábados 19:00 y domingos 18:00 horas.

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