DAVID MANDEL/MANDELDAVID.COM

26 de octubre, 2011- Es costumbre de algunos escritores terminar sus novelas con un epilogo, un capitulo corto donde relatan lo que ocurrió a sus personajes después del final de la historia.

Aunque aún no se ha publicado un libro llamado “Cautiverio y Liberación de Gilad Shalit”, (por allí debe haber más de un escritor que ya está escribiendo un libro con ese título), yo deseo contribuir con un epilogo.

Por lo general, la acción relatada en los epílogos transcurre varios años después del final del libro, pero, en este caso, mi epilogo cubre las acciones de diversos personajes durante los siguientes días a la liberación de Shalit:

Epílogo

Durante los días que siguieron a la liberación de Gilad Shalit, la población israelí judía, (excepto los familiares de los cientos de víctimas asesinadas por los terroristas liberados), dio un suspiro, mezcla de felicidad y alivio, al ver cumplida la promesa de Dios a Raquel: “Tus hijos volverán de la tierra de los enemigos”, (Jeremías 31:15).

Los árabes israelíes también celebraron el evento con gran júbilo, aunque no la liberación de Shalit sino la liberación de los terroristas. Organizaron una manifestación multitudinaria en la ciudad de Um-el-Fajem, ciudad árabe israelí, donde muchos portaron la bandera palestina, y nadie la bandera israelí.

Un grupo de 40 árabes israelíes, acompañados por algunos israelíes judíos de la ultra izquierda, realizaron una manifestación frente a una prisión israelí gritando que querían más secuestros de soldados israelíes. La manifestación se tornó violenta y 14 de ellos fueron arrestados.

En Gaza más de 200,000 personas se congregaron en una plaza de la ciudad para escuchar el discurso del líder de Hamás, Ismail Haniyeh. Su promesa de que habría “más Gilad Shalit” fue premiada con un aplauso ensordecedor. Días después Hamás anunció que cada prisionero liberado recibirá un premio de US$2,000 dólares.

En Ramallah, Mahmoud Abbas, recibió a los terroristas liberados con estas elocuentes palabras: “Ustedes son luchadores por la libertad y guerreros santos que luchan por Dios y la patria”. Algunos días más tarde, cuando se enteró de que Hamás daría $2,000 dólares a cada terrorista, anunció, para no quedarse atrás, que la Autoridad Palestina dará a cada uno US$5,000.oo (No se escucharon comentarios de la Unión Europea o de los Estados Unidos, cuyas donaciones de dinero servirán para premiar terroristas asesinos).

La Sra. Tzipi Livni, líder de Kadima, partido de oposición, tan pronto como vio que Gilad Shalit ya estaba de regreso en su casa, sano y salvo, declaró que se oponía al trueque. Fue criticada por miembros de su propio partido por no haber tenido el coraje de expresar su opinión cuando el trueque estaba siendo debatido.

Una palestina liberada, Wafa-al-Bis, quien, al igual que todos los otros terroristas liberados, se negó a firmar un documento prometiendo que no volvería a realizar actos terroristas, fue recibida en Gaza por un comité de niños, a quienes, emocionada, les dijo que lamentaba que no había funcionado el botón de la bomba que llevaba en su cinturón, pero que esperaba que ellos siguiesen su ejemplo y tuviesen mejor éxito, para que “con la ayuda de Dios convertirse en mártires”.

(Para los que no conocen la historia de Wafa-al-Bis, esta mujer, habitante de Gaza, había tenido un accidente en su casa y sufrido quemaduras de tercer grado en la mayor parte de su cuerpo. A pedido de los médicos de Gaza, se le permitió ingresar a Israel y fue recibida en el Hospital Soroka de Beersheba, donde médicos y enfermeras lograron salvarle la vida. Luego de una larga recuperación en el hospital, regresó a Gaza, luego de concertar una nueva visita a Soroka para que los médicos la revisen algunas semanas después. Cuando llegó la fecha de volver a ir a Soroka, los soldados israelíes en la frontera de Gaza, notaron algo raro en ella. La revisaron y encontraron que tenía puesta una correa bomba que pensaba hacer explotar en el Hospital y matar a los médicos y enfermeras que le habían salvado la vida. Wafa-al-bis apretó el botón de la correa bomba cuando los soldados se le acercaron, pero no funcionó. Fue juzgada y condenada a 12 años de prisión).

Muchos medios de comunicación consideraron que el trueque fue un triunfo para el terrorismo pero una victoria moral para Israel. Pero, para los antisemitas nada de lo que hace Israel es bueno. Todo merece condena. Para el periódico inglés The Guardian, acérrimo antisionista y partidario incondicional de los palestinos, el desproporcionado trueque no demuestra la humanidad de Israel sino su racismo y su desprecio a los palestinos, como lo explica la columnista Deborah Orr en el artículo, ¿Es la vida de un israelí más importante que la vida de un palestino?*. La Sra. Orr critica a Hamás por “abyectamente aceptar un trueque que en forma tácita reconoce lo que muchos sionistas creen, que la vida de los ‘elegidos’ tiene enormemente más valor que las vidas de sus infortunados vecinos”.

Pocos días después del intercambio de Gilad, todo volvió a la normalidad. Un palestino acuchilló a un adolescente israelí en un barrio judío de Israel. Otro palestino fue detenido en Hebrón cuando se dirigía la Cueva de Machpela, con la intención, según él confesó, de matar a cuantos judíos podría.

https://www.guardian.co.uk/world/2011/oct/19/israeli-lives-more-important-palestinian