LEÓN OPALÍN

El informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) del ocho de noviembre pasado en relación al programa nuclear de Irán, ha acrecentado el temor de que Occidente pueda tomar la decisión de atacar las instalaciones atómicas de ese país. En el Informe se detallan una serie de pruebas, adquisiciones de materiales y tecnología que sugieren que Irán ha trabajado desde el 2003 para producir armas nucleares, incluso ha realizado experimentos en sus instalaciones. Adicionalmente, el diario Israelí Yediot Ajaronot, dio a conocer que el exdirector de la AIEA, Mohamed El Bardei, de origen egipcio, cubrió a Irán durante varios años en relación al desarrollo de su programa nuclear con el propósito de bloquear los esfuerzos de Occidente para detener a ese país.

No obstante que el Canciller de Irán, Acbar Salehi, rechazó la acusación de AIEA, expertos en energía nuclear piensan que Irán podría disponer de una bomba atómica en el 2013, de aquí que EUA, Inglaterra e Israel, principalmente, estén considerando la posibilidad de realizar una operación aérea sobre las instalaciones nucleares de Irán, tal como lo hizo Israel en el 2007 cuando destruyó las de Siria en las que la AIEA asegura que había un reactor nuclear “casi listo”. De acuerdo a la AIEA, a Irán le fueron transferidos conocimientos y tecnologías atómicas a través de científicos de la ex Unión Soviética, de Pakistán y de Corea del Norte.

Por otra parte, hay quienes piensan que la idea de un ataque a Irán podría ser una estrategia para disuadirlo de su programa nuclear, “antes de que sea demasiado tarde”, en este sentido, se considera legítimo que Israel trate de disuadirlo con su poder nuclear real, aunque hay simpatía de una acción militar israelí contra Irán por parte de Arabia Saudita y los Países del Golfo Pérsico que temen que los fundamentalistas iraníes les provoquen revueltas sociales en sus territorios.

Cabe hacer notar que no obstante que el Presidente Barak Obama, ha insistido en profundizar las sanciones de Occidente a Irán por su programa nuclear, también ha buscado dialogar con su gobierno para que no lo oriente hacia fines bélicos. En la coyuntura vigente no tendría lógica que EUA abriera un frente bélico en Irán mientras intenta cerrar los de Irak y Afganistán y cuando su economía se enfila a una nueva recesión, León Panetta, Secretario de Defensa de EUA, ha indicado que una acción militar contra Irán debería ser el último recurso ya que ésta traería graves efectos para las naciones de la región del Medio Oriente y para las tropas de EUA estacionadas en la misma, además el ataque sólo retrasaría su programa nuclear tres años.

En este contexto, las Fuerzas Armadas de Israel han mencionado que en un bombardeo de Israel a Irán, Israel tendría una respuesta militar múltiple; de Irán y de los terroristas de Hezbolá de Líbano y de los de Hamas de la Franja de Gaza. Irán ha enviado armas a Siria para apoyar la represión y permanencia del Presidente Assad en el poder, que también podrían ser utilizadas contra Israel.

El bombardeo de las instalaciones nucleares de Irán podría traer “implicaciones dramáticas y dolorosas para Israel”; Shimon Peres, Presidente de Israel, ha advertido que cuando Irán posea armas nucleares no sólo Israel se verá amenazado; Europa enfrentará una amenaza existencial, ya que en ese Continente viven en el presente 52 millones de musulmanes, entre los cuales un número ascendente están optando por el radicalismo islámico.

En este ámbito, el Centro Británico para la Cohesión Social ha afirmado que un tercio de los estudiantes, Británico-Musulmanes están a favor de la instauración de un Califato a nivel mundial; a su vez el Centro de Investigaciones Religiosas de Francia ha expresado que la mitad de los Musulmanes Franceses consideran que su lealtad para con el Islam es mucho más importante que su lealtad para con Francia; igualmente un tercio de los Musulmanes Franceses no rechazan los ataques suicidas de los terroristas islámicos.

Así, en un entorno de radicalismos religiosos, racistas y políticos, suenan cada vez más fuerte los tambores de la guerra; Irán puede ser la mecha que provoque consecuencias inimaginables.