HADASSAH

Fátima, una niña palestina de once años que padece un grave desorden sanguíneo, talasemia mayor, recibió un trasplante de médula ósea en el Centro Médico Universitario Hadassah y fue curada de esta desgastante enfermedad.

La Talasemia Mayor, proviene de una deficiencia importante en la producción de hemoglobina provocando una anemia severa, lo que hizo que Fátima necesitara transfusiones sanguíneas cada tres o cuatro semanas. Estas transfusiones que le salvaron la vida pueden causar otro problema: el hierro contenido en la sangre se deposita en los órganos del cuerpo y puede ocasionar daños en el corazón. Por esta razón, Fátima también tuvo que someterse a tratamientos para deshacerse del hierro adicional.

“En algunos casos,” explica el Dr. Michael Weintraub, Director del Departamento de Hematología y Oncología Pediátrica, “los padres que tienen un hijo con una enfermedad crónica deciden seguir un tratamiento convencional, mientras rezan para que se descubra una curación.” Los padres de Fátima, sin embargo, eligieron otra cosa. Decidieron realizar un trasplante de médula.

En cuanto se encontró a un donador, Fátima fue sometida a una intervención médica en Hadassah. Si bien el trasplante resultó exitoso, desarrolló una extraña y muy grave complicación, el síndrome Guillain-Barré, un desorden que causa parálisis en el sistema nervioso periférico. Por esta razón, fue transferida a la Unidad Pediátrica de Terapia Intensiva donde estuvo varias semanas. Fue conectada a un ventilador, le fue practicada una traqueotomía, y poco a poco se recuperó. Ahora está curada.

Asóciese con Hadassah para salvar a otros niños como Ilana*

*El nombre se cambió para proteger la privacidad del paciente