RUTH BARON CH.

La vida del hombre de hoy se centra en cómo superar su soledad.

Hay dos causas principales de soledad:

1.- Causas personales o internas como dificultad para estar solo –
deficiencia cognitiva – carencia de habilidad social.
2.- Causas o situaciones externas – carencia de recursos económicos –
tipo o estilo de sociedad.

Existe la soledad “ocasional” cuando hablamos de un estado transitorio como la del inmigrante o por una mudanza. La otra soledad, lleva el nombre de soledad “crónica” y la padece las personas que han permanecido solos por largos períodos ya sea por elección, por divorcio, por individualismo o, por tener rasgos ermitaños.

Hoy contamos con el apoyo social como lo es la familia, los amigos, y vecinos quienes desean ayudar.

Por temor al estigma social, de parecer vulnerables y mostrarnos débiles, muchas personas niegan su condición de soledad. Sin embargo el reconocer esta condición, será el primer paso para salir de la situación de soledad y tristeza.

Lo que puede salvar al hombre de la soledad, es el verdadero amor, pero entendido como una unión en cuya condición esencial, se respeta la propia individualidad.

La naturaleza del ser humano exige amar y ser amado. La falta de amor produce un sentimiento de aislamiento y no pertenencia – una sensación de vacío difícil de llenar.

El amor, no es cuestión de suerte, como la ruleta, porque el amor verdadero exige esfuerzo y sabiduría.

Algunas personas, pretenden ser amadas orientando su esfuerzo en atraer a quien le ame pero dispuesto a satisfacer su necesidad de afecto, sin tener en cuenta su propia capacidad de dar amor.

Amarte, es la oportunidad para conocerte verdaderamente y, disfrutar de la aventura para explorar y descubrir más allá de tus máscaras y tus defensas; es contemplar con ternura tus más profundos sentimientos, tus temores, tus carencias, tus esperanzas y alegrías, tu dolor y tus anhelos. Es empatía, es comprender que detrás de tu máscara, se encuentra un corazón sensible y hambriento de convertirse en mi amigo.

Amar, es reconocerte con respetuosa compasión y, que la desarmonía y el caos en el que a veces caes, son el producto de tu inconsciente para darme cuenta de que si a veces generas desdichas, es porque estás aprendiendo a generar alegrías y en ocasiones te sientes carente de sentido. Es descubrir y honrar, por encima de cualquier disfraz, tu verdadera identidad y apreciar honestamente tu infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la vida.

Es brindarte mi compañía y la oportunidad de escucharte con profunda atención, interés y respeto; aceptar tu experiencia sin pretender modificarla, sino comprenderla; darte un espacio en el que puedas descubrirte sin ser calificado; es reconocer y mostrar que tienes el derecho de elegir tu propio camino, aunque éste no coincida con el mío, o el de los demás; es permitirte descubrir tu verdad interior a tu manera, sin juzgarte ni reprobarte, sin pedirte que te amoldes a otras ideas, sin exigirte que actúes como otros esperan; es valorarte.

Amarte es dejarte ser, es darte libertad e independencia, confiando en tu capacidad y criterio. Saberte fuerte y maduro porque has aprendido de tus propios errores.

Cuando permito que te muestres indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdad, honesta y transparente, significa que te amo porque necesito descubrirte vulnerable y, conocerte verdaderamente. Es conocer tus deseos y necesidades sin pretender convencerte de que son las correctas; es disfrutar del privilegio de verte ser tú mismo frente a mí, sin miedo ni vergüenza.

Amarte, es gozar de la fortuna de poder comprometerme voluntariamente y responder en forma activa a tus necesidades de desarrollo personal; es creer en ti cuando en ti se duda, contagiarte de vitalidad y entusiasmo cuando estás por darte por vencido, apoyarte cuando flaqueas, guiarte cuando titubeas; tomarte de la mano con firmeza cuando te sientas débil, confiar en ti cuando algo te agobia y, acompañarte con dulzura cuando algo te entristece, sin dejarte arrastrar por tu desdicha; es compartir tus alegrías y, regocijarme cuando eres dichoso; es saborear el regalo de vivir el presente a tu lado.

Amor: Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Sentir hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
Afecto: inclinación y entrega a alguien o algo.
Necesidad: Aspirar con vehemencia al conocimiento, posesión o disfrute de algo.
Deseo: Anhelar que acontezca o deje de acontecer algún suceso. Sentir apetencia sexual hacia alguien.
Querer: Contados serán los diccionarios que incluyan ésta palabra en su texto porque es una combinación entre la necesidad, y el deseo.