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15 de diciembre 2011- El ex presidente francés Jacques Chirac ha sido declarado hoy culpable en el juicio de los empleos falsos del Ayuntamiento de París y condenado a dos años de prisión con sobreseimiento debido a su edad y estado de salud. A pesar de que el fiscal Michel Maes decidió en septiembre que retiraba los cargos contra el antiguo jefe de Estado y la mayoría de los imputados, la sala 11 del Tribunal Correccional de París que preside el juez Dominique Pauthe ha considerado probados los hechos y ha emitido esta mañana un veredicto de culpabilidad.

Culpabilidad por partido doble, ya que los cargos contra el ex mandatario y otros nueve miembros del partido Rassemblement pour la République (partido neogaullista predecesor de la gobernante Unión por un Movimiento Popular de Nicolas Sarkozy) eran de apropiación indebida y malversación, en el sumario instruido en la capital francesa, y de negociaciones prohibidas a los funcionarios públicos, en el la corte de Nanterre. La sentencia de la sala 11 da por buenos todos ellos y entra en la historia como la primera vez que un Presidente de la Quinta República es juzgado, declarado culpable y condenado.

Todo ello, por cierto, sin haberse sentado jamás en el banquillo. Y es que, a los 78 años, el veterano político conservador padece una enfermedad neurodegenerativa similar al Alzheimer, llamada anosognosia, que le imposibilita para prestar testimonio sobre sucesos del pasado. Razón por la cual los jueces, tras leer el informe médico encargado por su esposa y sus hijas, decidieron permitir su incomparecencia.

Para la hija adoptiva de Chirac, Anh Dao Traxel, “la justicia ha sido demasiado severa y trae un gran dolor a nuestra familia”. Mientras que para su abogado Georges Kiejman, “el veredicto puede parecer decepcionante, pero creo que el tribunal ha hecho gala de moderación reconociendo las virtudes de nuestro cliente”.

En su alegato final, el letrado había puesto a los magistrados ante un dilema jurídico: ¿Se puede condenar a un ex presidente por unos hechos del pasado remoto y difíciles de probar, dañando así su reputación cuando se halla físicamente disminuido en el crepúsculo de su vida? “Su responsabilidad moral y política es inmensa”, recalcó tras enumerar los logros de su defendido durante sus tres lustros de mandato en el Elíseo: la abolición de la pena de muerte, la despenalización del aborto, el reconocimiento de la culpabilidad del gobierno colaboracionista de Vichy en el Holocausto nazi contra el pueblo judío, la oposición a la guerra de Irak…

Una pena ‘leve’

Algo de eso ha debido de tener en cuenta el Tribunal Correccional, ya que Chirac arriesgaba una pena mucha más dura: diez años de prisión y una multa de 150.000 euros. También cuenta que la acusación pública había pedido en septiembre el sobreseimiento del caso para Chirac ya que, según el fiscal Maes, en este asunto no hubo “mala fe ni voluntad de delinquir”, sino una mala gestión de las finanzas públicas.

Además, la acusación civil había perdido empuje desde que, en 2010, la alcaldía de París retiró los cargos a cambio de una indemnización de 2,2 millones de euros de los cuales la mitad fue pagada por la UMP y el resto por el propio Chirac. Por ese lado, sólo quedaba en pie la demanda de Anticor, una asociación creada en 2002 para luchar contra la corrupción en los cargos públicos. De ahí la satisfacción de su abogado Jérôme Karsenti, que no las tenía todas consigo y ha considerado la sentencia como “una decisión histórica”.

Las reacciones políticas no se han hecho esperar y el senador socialista André Vallini ha declarado: “La justicia ha pasado. Aunque llegue algo tarde, es una buena cosa”.

Como se recordará, el affaire de los falsos contratos municipales se remonta a 1998, cuando Chirac era alcalde de la Villa de París y líder del RPR. La queja de un contribuyente desencadenó una investigación judicial sobre una serie de 481 contratos por obra o misión (CDM) bastante sospechosos realizados desde 1977 por el municipio. Tras meses de pesquisas, se descubrió que, en 41 de los casos, las personas contratadas jamás habían realizado la menor actividad para el consistorio y sus emolumentos habría ido a parar presuntamente a las arcas del partido conservador.

Un asunto feo de corrupción de cargos públicos, cuya vista judicial se ha ido retrasando durante años debido a las innumerables trabas administrativas. Como explica AFP, dos causas similares fueron agrupadas para este juicio: la de París se refiere a 21 empleos ficticios entre octubre de 1992 y mayo de 1995 para “encargados de misión” pagados por la alcaldía parisina. Y la de Nanterre trata sobre siete empleos de favor en beneficio del RPR, entre 1990 y 1994. Por esta segunda causa, el actual ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, uno de los más cercanos colaboradores de Chirac, fue condenado en 2004 a 14 meses de cárcel en suspenso.

Durante los últimos dos años, el debate sobre el proceso al ex Presidente de la República ha tenido un gran repercusión en el Hexágono. Un líder progresista tan poco sospechoso como Daniel Cohn-Bendit afirmó en 2010 que “Francia tiene hoy otros problemas más serios que juzgar a Chirac”. Mientras que una encuesta realizada por France Info por esas mismas fechas dio como resultado que el 70% del país consideraba que el ex mandatario debía pasar por el banquillo, como cualquier ciudadano más.

Hasta se publicó un cómic de política-ficción, titulado Juicio a Chirac, editado por Le Monde y firmado con el seudónimo de Casiopea. “Es la historia del proceso soñado a un antiguo jefe de estado que, tras 50 años de vida política, ha de enfrentarse a la humillación de una comparecencia judicial debido a su implicación en una trama de corrupción”, declararon en su día los autores François Fressoz y Pascale Robert-Diard. “En este relato todo es mentira, pero todo parece asombrosamente real”.

Ahora la historieta de Fressoz y Robert-Diard ha dejado de ser política-ficción para considerarse una obra premonitoria. Por primera vez un Presidente de la República es condenado. Estas cosas sólo ocurren en Francia…