ESTHER ZYCHLINSKI Y ZVI ZIMAN

Una trama compleja de tratar es la muerte, más aún cuando ésta se explica a los niños.

Esta obra con música en vivo misma que ayuda a dar profundidad a las escenas, además acompaña la acción, genera ritmo, tensión o nostalgia, pero sobre todo, es un elemento de la narración dramática, lo cual es raro de encontrar, siendo esta puesta una muestra de este manejo.

En un principio no da pistas de lo qué tratará, en un juego se conoce la historia de tres personajes, dos de los cuales sus padres han muerto.

Algunos le llaman duelo, otros aceptación, el punto es complejo, aparece un tercer personaje, la nana que tiene una característica, no humana y su propia historia, que le liga a uno de los personajes.

Otro juega con muñecas para compensar su soledad, misma que le inicia con una metáfora de su helado, para comenzar, esta obra que mezcla de manera limpia distintas técnicas y elementos, en un extraño rompimiento de la cuarta pared, resulta sin duda una interesante obra, para toda la familia que les gusten los enredos, misterios, los cuentos de horror y un teatro inteligente con mensajes positivos que además de encontrarle un chiste a la vida, ayuda al final a esta niña a encontrar una respuesta no solo a su helado derretido sino a la desaparición de sus padres, aceptando que se encuentran en un lugar del cual nunca regresarán.

Las actuaciones de Mercedes Hernández, Guillermina Campuzano, Yanet Miranda, Victor León y Andrés Carreño en esta puesta que se presenta en el Teatro Orientación los sábados a las 12.30 horas para mayor información sugerimos checar la cartelera nos llevan a través de esta puesta minimalista y un vestuario casi único, donde diversos personajes desfilan, algunos actuados por los mismos actores además de su personaje principal.

Nos habla de la importancia de dejar ir cuando dos de ellos le piden al otro que por favor los deje ir, éste accede pero consciente de que si bien alguien se va físicamente, siempre está presente en nuestro corazón, he aquí la importancia de la tanatología, donde por un lado los que nos quedamos aquí nos vamos preparando sobre todo cuando hay una persona cercana cuya muerte es inminente, así como aceptar que no tenemos la vida comprada y solo nos queda el aquí y el ahora.

Nos habla de amistad pura, de saber guardar secretos, de aceptar que las palabras son eso, porque nunca sabemos cuál será nuestro último momento, por eso la importancia de siempre decir lo que sentimos, porque cuando alguien se va y no le dijimos todo de alguna forma no lo dejamos ir.

Felicitamos a Marissa Jiménez Cacho por llevar teatro inteligente donde aún los temas más difíciles pueden ser tratados, donde los niños se ven como seres inteligentes atentos a lo qué ocurre a su alrededor.

Los invitamos a conocer a estos personajes seguros que les robarán el corazón, quizás al salir expresemos más lo qué sentimos, tengamos una mejor relación para que a la hora de dejar físicamente este mundo sea más fácil para ambos, para ellos seguir su camino y para nosotros, que vivan en nuestro corazón por siempre.