ENRIQUE RIVERA

Bet El cumplió 50 años de vida … sin duda se ve joven y robusta, con muchos aciertos; rodeada de personas que sienten un sincero cariño por la institución y por funcionarios y líderes espirituales. Bet-El cumplió 50 años y todos nosotros, desde aquél que estuvo cuando se colocó la primera piedra, hasta el bebé que, ayer, recibió su nombre en su hermosa sinagoga.

“Todos hemos cumplido años con Bet-El, todos quienes hemos tenido la suerte de encontrar en nuestro camino a una institución que le permite a uno ser uno mismo: ser Bet El es un privilegio”: estos eran parte de los pensamientos que pasaban rápidamente por mi mente, mientras veía niños, adultos, ancianos, es decir, nuestros niños, nuestros adultos, nuestros ancianos, presenciar un evento donde los años se vuelven minutos.

Mientras tanto, tuve la oportunidad de estar en donde los Sefrei Torot esperaban para salir y acompañar a la Torá de Todos, ese libro que poco a poco fue tomando forma, con cada letra, con cada contribución, con cada minuto empleado en escribir, organizar, plasmar.

Y, de pronto, ver ese ropaje cubriendo la Torá y sobre el ropaje los apellidos de todas y cada una de las familias que quisieron dejar una huella. Seguramente muy pequeña, como la de un bebé, como la primera que inició Bet-El, hace 50 años.