AJN.

25 de febrero 2012- El Centro Simon Wiesenthal calificó como “una parodia” a la candidatura de Venezuela para ocupar un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en las próximas elecciones de mayo.

La organización hizo llegar su cuestionamiento a la nominación en una carta enviada a la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Navi Pillay, firmada por el director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal, Shimon Samuels, y su representante para América Latina, Sergio Widder.

“El gobierno del presidente Hugo Chávez lleva adelante una política doméstica que viola los derechos humanos, persigue a los disidentes y promueve y estimula el antisemitismo”, argumentaron los directores del Centro Wiesenthal en el documento.

Entre los ataques antisemita perpetrados durante la gestión de Chávez, la organización citó “los dos allanamientos contra un centro comunitario judío en Caracas (Hebraica), uno de ellos bajo el pretexto de que las autoridades estaban buscando armas y explosivos”.

A eso agregó las profanaciones de sinagogas; un discurso del presidente Hugo Chávez en la víspera de Navidad de 2005, durante el cual manifestó que “el mundo tiene riquezas para todos, pero algunas minorías, entre ellos los descendientes de los asesinos de Cristo, se han apoderado de las riquezas del mundo”.

Además, el centro dedicado a la lucha contra el antisemitismo mencionó “los frecuentes ataques desde medios de comunicación estatales, entre los más recientes la descalificación, a través de un artículo en el sitio web de Radio Nacional de Venezuela, del candidato presidencial opositor a Chávez, Henrique Capriles Radonski, debido a sus raíces judías”.

“La incorporación de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos sería equivalente a designar a un pirómano para garantizar la seguridad contra incendios en las Naciones Unidas. El gobierno de Chávez es un violador activo y serial de los derechos humanos”, afirmó Samuels.

Widder consideró que “el bloque latinoamericano tiene muchos candidatos apropiados para este asiento” en el Consejo de Derechos Humanos. “Las democracias y el respeto por los derechos humanos han florecido en la región durante las últimas tres décadas, pero Venezuela va contra esta corriente”, agregó.

Asimismo, el Centro Wiesenthal advirtió a la Alta Comisionada Pillay que “el antisemitismo promovido desde el estado venezolano ha sido también denunciado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA , que publicó en diciembre de 2009 su informe ‘Democracia y derechos humanos en Venezuela’”, en el que se incluyen referencias al antisemitismo en ese país.

Ante estos antecedentes, la organización urgió a Pillay “a que rechace la candidatura de Venezuela para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y a que, en cambio, promueva que las democracias respeten los derechos humanos y el sistema de Naciones Unidas”.