ENRIQUE RIVERA

El caudal de lecciones y acciones que nos trae Purim es amplio. Para comenzar, hay un mandato para los hijos de Israel que tiene que ver con desenmascarar el mal, con hacer ruido ante él. Y, es que, desafortunadamente, aquello de que en cada generación hay un malvado que perturba la paz del Pueblo Judío y, tal, vez, de otros pueblos y naciones, ha sido probado con creces..

En entrevista exclusiva el Rabino Leonel Levy, de la Comunidad Bet-El, conversó con enlacejudio.wpengine.com para darnos un amplio panorama de las posibles implicaciones de esta festividad de Purim, y digo posibles, porque tiene que ver mucho con la actitud personal de cada persona.

A pregunta expresa, el joven rabino y abogado, comentó: “La misión de judaísmo implica no quedarse callado ante la injusticia o la maldad, aunque se pueda ver más bonito, como dice el refrán popular. Yo invito a cada hombre y a cada mujer a que se conviertan en Mordejai y en Esther, a fin de llevar a cabo nuestra misión de ser “Or bein Hagoim” (Luz entre los pueblos).

Al ahondar en el tema, el rabino destacó que está bien alegrarse y disfrutar de esta fiesta, pero también se deben de cumplir con preceptos como el de Mishloaj Manot y Tzedaká.