18 de marzo- El 18 de marzo,en el templo Shar Lesimjá, y en presencia de familiares y amigos, dio lugar la ceremonia de Pidión del niño Berty Saadia Halabe.

El Pidión HaBen, o “redención del hijo primogénito”, es una ceremonia en la que el padre de un varón primogénito redime a su hijo dándole a un Cohen (sacerdote descendiente de Aarón) cinco monedas de plata, treinta días después del nacimiento del niño

¿Cuál es el motivo de este procedimiento?

Originalmente los primogénitos judíos estaban santificados como sacerdotes. Fueron introducidos al servicio de Di-s cuando fueron librados de la Plaga de los Primogénitos que golpeó a Egipto. Sin embargo, cuando los judíos —primogénitos incluidos —sirvieron al Becerro de Oro, los primogénitos perdieron su estatus. El sacerdocio fue transferido a la tribu que no participó del escándalo del Becerro de Oro —los levitas, y particularmente los hijos de Aaron.

Puesto que D-os es el primer ser, es adecuado que los primogénitos le sean consagrados.

Desde entonces, todo primogénito varón israelita debe redimirse de un Cohen en una ceremonia de Pidión HaBen.

Por lo tanto, cuando el padre del recién nacido no es Cohen (casta de los Sacerdotes) y el niño es primogénito, se realiza esta ceremonia, en la que los padres “compran” (en forma simbólica) a su hijo primogénito. En este caso, Aref y Raquel Saadia “redimieron” a su recién nacido de manos de Shlomo Tawil, Rabino principal de la Comunidad Maguén David, quien pertenece a la casta de los Cohanim (Sacerdotes), mediante unas monedas de plata, las cuales fueron subastadas y el beneficio utilizado como Tsedaká.

El Rabino Abraham Toval llevó a cabo, con solemnidad y humor, la bella ceremonia, donde el recién nacido fue vestido de rojo y su madre pudo reestrenar su vestido de novia.

Así es como se transmiten, en la Comunidad Judía de México, tradiciones milenarias.

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