ALAN GRABINSKY PARA ENLACE JUDÍO

El #yosoy132 está desarrollando un lógica discursiva que está planeada de antemano. Lo digo como alguien que se identifica con el principio de dicho movimiento: denunciar la manipulación de las masas.

Existe una tensión dramática atravesando algunos eventos de #yosoy132, una narrativa en la que se concibe a la elección del 2 de Julio como un punto de desenlace entre ciertos personajes. La tensión dramática va creciendo, se desarrolla con un fin en mente–el “cambio” del país. La culminación de dicha “historia” sería el advenimiento de una etapa nueva de México; el renacer de la conciencia mexicana.

Esta narrativa es un recurso para movilizar a las masas. Se concibe al pueblo de México como un personaje que “despierta” de un largo letargo para cumplir su papel “histórico”. Es mesianismo.

Yo me he adentrado en algunas juntas de #yosoy132 y me sorprende la seriedad de lo que sucede “tras bambalinas”. Detrás de las células aparentemente espontáneas hay una gran variedad de juntas logísticas de gran complejidad. Lo sorprendente no es tanto que estas juntas existan, sino que se desarrollen de una manera tan organizada, tan racional.

Los organizadores de dichas juntas saben como llevar una junta, saben coordinar a los diferentes elementos. Conocen las minucias del panfletéo. Tienen un lenguaje en común. Saben delegar responsabilidades. Crean grupos con diferentes áreas de acción y las ejecutan. Saben cómo militar.

Estos organizadores tienen un know-how de la mobilización de masas, un know-how que es racional y estratégico que denota experiencia previa en militancia política.

Un ejemplo de una organización racional es el uso de la tecnología de la “sala de juntas” para planear dichas manifestaciones. La “sala de junta” está diseñada para desembocar en acciones específicas que muchas veces se han decidido de antemano (en una junta pasada, u en otra ocasión). La “sala” tiene la apariencia de ser democrática, pero es mas bien utilizadas para delegar responsabilidades sobre acciones que ya se decidieron. El uso de esta tecnología denota, de entrada, la existencia de una agenda operando detrás.

Aquellos que, como yo, se unieron en #yosoy132 por desprecio a la manipulación de las masas, tienen cada vez menos lugar en el movimiento. Tenemos que estar precavidos; el movimiento ha adquirido demasiada visibilidad. La masa está siendo llevada hacia cierto desenlace que ya se ve en el horizonte. Hay una fiesta que está siendo celebrada de antemano.

Pero no todo está perdido. Operando bajo el marco de dichos eventos, fuera del ojo público, uno puede encontrar expresiones creativas y lúdicas de las personas que siguen buscando resistir a la manipulación. Son resistencias minúsculas pero presentes, resistencias que surgen precisamente al sentir al #yosoy132 como territorio ajeno . Estas resistencias actúan con espíritu lúdico aunque sus expresiones sean opacas. Operando silenciosamente, están resistiendo las agendas partidistas que buscan reducirlos a un número más.