Artículo de abril de 2012

ENRIQUE RIVERA PARA ENLACE JUDÍO

Entrar en este momento a la Alameda de la Ciudad de México es tarea poco menos que imposible. Sin embargo enlacejudio.wpengine.com tuvo la oportunidad de incursionar –no sin trabajos- a ese espacio que luce “extraño”, por decir lo mínimo. Ya estando adentro, y comenzar un pequeño recorrido por su interior, el velo de la historia urbana se comenzó a descorrer.

Se habla de una especie, mitad árbol-mitad humano, que se aparece por momentos, detrás de un árbol, delante de un poste, frente al kiosco, al lado de las excavaciones, debajo de un tronco, hurgando entre las raíces, al lado de los árboles de la Alameda de más de 120 años de edad, encaramado en el follaje de las copas de los árboles.

Al inquirir más sobre este “bicho”, de aproximadamente 1. 72 m, con piel color tierra y que de pronto emite sonidos extraños, medio guturales, pero que cuando se le ha podido medio acorralar puede imitar sonidos muy similares al inglés.

Trabajadores y funcionarios apostados en el Proyecto Alameda, comentaron a Enlacejudio.com que es una especie amigable, pero muy escurridiza y si bien parece no ser peligrosa, se le vio varias veces cambiar el color del rostro, tipo Diablo de Tasmania, en el momento que alguien, ya por negligencia o maldad, maltrataba plantas o árboles. Aunque, el color rojo volcán que adquiere su cara vuelve a su tono natural en pocos segundos.

enlacejudio.wpengine.com quiso hacer periodismo de fondo, así que decidió buscar a las autoridades del parque más antiguo de México. Así, el Arq. Ricardo Jaral, Coordinador Ejecutivo del Espacio Público y su asistente, el Sr. Roberto Alvarado, accedieron a platicar con este medio. Ellos confirmaron que desde hacía aproximadamente tres días, esta criatura, a la cual le hemos llamado tentativamente Arbomóvil, inició sus apariciones en esta zona.

Junto a ellos se encontraban dos señores, que posteriormente supimos uno era Nisim Shasho, Ejecutivo del Keren Kayemet Le’Israel y su amigo Manuel Sheinberg. Al escuchar los planeamientos acerca de esta nueva especie, caracterizada por un increíble apegó a la naturaleza, nos compartieron su conocimiento: “En efecto, se trata de una criatura un tanto extraña, llena de vitalidad y energía; y, un enorme amor por la naturaleza y que, se sabe, de esa especie en particular es la segunda generación.

Pero, no es ningún animal ni hibrido, mitad árbol y mitad humano, no, se trata simplemente de un técnico israelí que dentro del convenio firmado por el Gobierno del Distrito Federal y el Presidente del Keren Kayemet Le’Israel, Lic. Marcelo Ebrard y Sr. Nathan Shterenberg, a fin de llevar a cabo una profunda renovación de éste espacio tan entrañable para los mexicanos y, muy especialmente, para los capitalinos.

El árbomóvil, es en realidad Shali Ben Yishay, a quien poco antes del amanecer se le veía ya con su cámara y su mochila. Y, luego, en la tarde había que “invitarlo” a salir de la zona. En todos los que lo trataron, hubo una impresión muy positiva, tanto por su calidez, sencillez y conocimiento.