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La cifra de periodistas presos en todo el mundo ha alcanzado este año una cifra récord, con un total de 232 informadores recluidos entre rejas contabilizados a comienzos de diciembre, según el último informe hecho público este martes por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

Esta cifra supera en 53 la de 2011 y es la más alta desde que el CPJ comenzó a elaborar esta estadística en 1990. Este récord “ha estado en parte impulsado por el empleo generalizado de acusaciones de terrorismo y otros delitos contra la seguridad del Estado contra editores y reporteros críticos”, señala el estudio. También ha influido “el encarcelamiento a gran escala de periodistas en Turquía, Irán y China”.

El récord anterior de periodistas enviados tras las rejas databa de 1996, con 185 periodistas presos en todo el planeta. La relación de casos del CPJ refleja el total de periodistas encarcelados a 1 de diciembre del 2012 y no incluye a los numerosos periodistas que han sido encarcelados y liberados a lo largo del año. Turquía, Irán y China son las tres naciones líderes en el encarcelamiento de periodistas. Destacan por su “recurso sistemático a la aplicación de leyes y disposiciones relativas a la seguridad del Estado para silenciar opiniones políticas disidentes, entre ellas las expresadas por grupos étnicos minoritarios”.

Reporteros kurdos

En Turquía, que con 49 periodistas presos es el líder mundial en esta estadística, las autoridades encarcelaron a decenas de editores y reporteros kurdos bajo acusaciones relacionadas con el delito del terrorismo. Otros periodistas sufren cárcel acusados del delito de conspirar contra el Gobierno. En 2012, el CPJ revisó detalladamente los casos de varios periodistas turcos encarcelados y, en muchos que anteriormente no aparecían en la relación anual de periodistas presos del CPJ, pudo confirmar que estaban presos por motivos vinculados al ejercicio del periodismo. Ello aumentó significativamente el total de periodistas turcos en prisión.

El CPJ determinó que las autoridades turcas se han aprovechado de leyes antiterrorismo y disposiciones del código penal para vincular la cobertura informativa sobre grupos ilícitos y la investigación de temas delicados con el terrorismo declarado u otras actividades contra la seguridad del Estado. Estas leyes y disposiciones “no establecen distinciones entre el ejercicio de la libertad de expresión por parte del periodista y el apoyo (de un individuo) al terrorismo”, señaló Mehmet Ali Birand, uno de los principales editores del canal de TV de Estambul Kanal D. Refiriéndose a la aplicación de leyes y disposiciones relativas a la seguridad del Estado contra periodistas como a una “enfermedad nacional”, Birand subrayó que “el Gobierno no diferencia entre dos cuestiones mayores: la libertad de expresión y el terrorismo”.

Entre los encarcelados se encuentra Tayip Temel, editor jefe de Azadiya Welat, el único diario en idioma kurdo del país, quien pudiera ser condenado a más de 20 años de cárcel por acusaciones de pertenecer a una organización kurda proscrita por el Gobierno. Como prueba, el Gobierno apunta al trabajo publicado por Temel, junto con llamadas telefónicas interceptadas en las que Temel conversa con colegas y fuentes.

Irán, que con 45 periodistas tras las rejas ocupa el segundo puesto en la lista de países líderes en periodistas encarcelados, ha mantenido una oleada represiva que comenzó tras las disputadas elecciones presidenciales de 2009. Las autoridades liberan a algunos detenidos previo pago de fianzas de seis dígitos, mientras realizan nuevos arrestos, en lo que ya conforma un patrón. Entre los encarcelados figura Zhila Bani-Yaghoub, la reconocida editora del ‘Iranian Women’s Club’, un sitio web de noticias que se concentra en problemáticas de la mujer. Ella comenzó a cumplir sentencia de un año de cárcel en septiembre tras ser objeto de acusaciones por el delito de “diseminar propaganda contra el régimen” y “vilipendiar al presidente” por artículos que escribió durante las elecciones de 2009. Su esposo, el periodista Bahman Ahmadi Amouee, cumple una condena de cinco años de cárcel por presuntos delitos contra la seguridad del Estado.

China, en el tercer puesto

China, el tercer puesto en la lista, ha recurrido con frecuencia a los delitos contra la seguridad del Estado para encarcelar a periodistas de Internet que expresaron opiniones divergentes, así como a periodistas que informaban sobre grupos étnicos minoritarios. De los 32 periodistas encarcelados en China, 19 son de origen tibetano o uigur, quienes han sido presos por documentar tensiones étnicas que se iniciaron en 2008.

Entre los presos se encuentra Dhondup Wangchen, productor de documentales que fue encarcelado después de entrevistar a tibetanos para que hablaran sobre la situación bajo el Gobierno central chino. CPJ galardonó a Wangchen con uno de los Premios Internacionales a la Libertad de Prensa en 2012. “Los periodistas que informan en las zonas consideradas ‘más sensibles’ por el Estado (las convulsas regiones étnicas del Tibet y Xinjiang) son los más vulnerables”, indicó Phelim Kine, subdirector del programa de Asia de la organización de derechos humanos Human Rights Watch.

“Los periodistas que viven y trabajan en esas regiones no sólo deben preocuparse por las líneas ‘rojas’ que el Estado ha establecido para todos los periodistas, sino también por las cambiantes líneas ‘grises’, en un momento en que la presencia de las fuerzas de seguridad gubernamentales es mayor que nunca”.

Delito de terrorismo

En todo el mundo, las acusaciones de delitos contra el Estado tales como el terrorismo, la traición y la subversión fueron las más comunes contra los periodistas en 2012. Al menos 132 periodistas están presos en todo el mundo acusados de este tipo de delitos, según el análisis del CPJ. Eritrea y Siria también estuvieron entre los países líderes en este aspecto: ambos han encarcelado a numerosos periodistas sin formularles cargos ni aplicar el debido proceso, y los albergan en prisiones secretas sin acceso a abogados ni a familiares.

En todo el mundo, 63 periodistas están encarcelados sin que públicamente se les haya formulado ningún cargo. Vietnam, Azerbaiyán, Etiopía, Uzbekistán y Arabia Saudita completan la lista de los 10 países con mayor número de periodistas encarcelados. En dos de ellos, Azerbaiyán y Uzbekistán, las autoridades se valieron de acusaciones de delitos como el vandalismo y la posesión de drogas para enviar a la cárcel a editores y reporteros críticos.

Internet y diarios impresos

Los periodistas de Internet y de medios impresos constituyeron los dos mayores grupos dentro de la profesión. Entre otros tipos de medios informativos, 24 periodistas de televisión, 12 reporteros de radio y un documentalista están privados de libertad. Ochenta y cinco periodistas independientes estaban encarcelados en todo el mundo al 1 de diciembre, lo cual comprende el 37% de los casos.

La proporción de periodistas independientes, que había mantenido una tendencia al alza en los últimos años, disminuyó por primera vez desde 2006. Junto con Dhondup Wangchen, encarcelado en China, otros tres ganadores del Premio Internacional a la Libertad de Prensa del CPJ se encontraban en prisión. Ellos son Azimjon Askarov de Kirguistán, Shi Tao de China y Mohammad Davari de Irán.

El CPJ considera que los periodistas no deben ser encarcelados por ejercer la profesión. La organización les ha enviado cartas a las autoridades de cada país con periodistas presos y les ha expresado sus serias objeciones. En el último año, la labor del CPJ en defensa de la libertad de prensa conllevó a la liberación anticipada de por lo menos 58 periodistas presos en todo el mundo.