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Un posible ataque militar a Irán por parte de Israel y EE.UU. podría producirse ya en marzo de 2013, si el país persa rechaza cambiar su posición acerca del programa nuclear.

Así lo señala una reciente publicación en la influyente revista estadounidense ‘Foreign Policy’. Según los datos presentados, la Casa Blanca ya tomó la decisión sobre la ampliamente discutida y llena de rumores ofensiva contra Irán.

La citada revista informa que el representante de EE.UU. ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Robert Wood, destacó a fines de noviembre que en Estados Unidos crece la indignación por la falta de progreso en las negociaciones y realizó una declaración en los siguientes términos: “Si para marzo Irán no ha iniciado una cooperación sustancial con el OIEA, EE.UU. […] planteará ante otros miembros del organismo la posibilidad de informar sobre la falta de progresos al Consejo de Seguridad de la ONU”. Para el marzo el OIEA preparará el informe trimestral sobre la cuestión nuclear.

Después de esa declaración, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, aseguró que el Gobierno de Barack Obama está “preparado” para entrar en una negociación bilateral sobre el programa nuclear de Irán.

“Hemos terminado nuestras elecciones y ahora es el mejor tiempo para verificar si las negociaciones de buena fe son posibles antes de marzo, cuando los iraníes entren en un período electoral que se prolongará hasta el junio”, comentó Clinton.

“La ventana para las negociaciones no estará abierta para siempre”, advirtió la responsable de la diplomacia estadounidense.

Las palabras de la secretaria de Estado implican que la Administración Obama consideró abstenerse de acciones activas tras el período electoral en EE.UU., pero intentará aprovecharse de la incertidumbre de las próximas elecciones iraníes para ‘dar un empuje’ a la situación.

Preparativos amenazantes

‘Foreign Policy’ sostiene que mucho depende de las capacidades militares de Israel y EE.UU. Los planes estadounidenses están comprobados por sus acciones. Las Fuerzas Marinas están concentradas cerca de las costas de Siria, aliado de Irán. Según los últimos datos, en el este del mar Mediterráneo se encuentran más de 20 naves militares encabezadas por un portaviones. El Gobierno de EE.UU. asegura que la Marina se ubica allí para destruir supuestas armas químicas de Al Assad.

Al mismo tiempo, crece el cupo de los efectivos estadounidenses en Qatar, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos. Los sistemas de defensa Patriot están desplegados en la frontera entre Turquía y Siria y pueden ser rápidamente trasladados a cualquier punto de la geografía turca y se convertirían en un elemento de disuasión de los misiles iraníes. Más de 3.000 soldados estadounidenses entraron secretamente en Irak a través de Kuwait y otros 17.000 están dispuestos a regresar de forma clandestina por la misma vía.

El analista político Adrian Salbuchi opina que la escalada de tensión entre Israel y Hamás no es nada más que un intento de Jerusalén de recibir el apoyo de Washington para una futura ofensiva contra Irán. La soga está apretando el ‘cuello’ de Irán.

Según los analistas, es posible que esta suerte de ultimátum establecido para marzo tenga como objetivo presionar a Irán, aparte de las sanciones y los ataques mediáticos, obligarlo a cooperar con el OIEA. Sin embargo, esta declaración apuesta a la credibilidad de EE.UU. y su imagen política, por lo que no se descarta que pueda actuar aunque no haya ninguna comprobación de que Irán está desarrollando armas nucleares.