Artículo del 02 de febrero de 2013

 

SAMUEL SCHMIDT

Un veterano de Vietnam hijo de pastores protestantes se matriculó en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Como parte de un ejercicio escolar fue a un campamento de refugiados palestinos y preguntó sobre el holocausto, le respondieron que era algo inventado por los sionistas. Una semana después volvió con un libro de fotografías cuya edición no era judía ni editada por judíos, las mostró y registró el desconcierto de la gente que comprobaba que les habían mentido en un tema tan grave.

Hay quién piensa que negar el holocausto implica debilitar a los judíos y especialmente a Israel, como si los judíos manejaran esa tragedia de la humanidad como moneda de cambio. Tal vez porque se comete el error en el mundo de no entender que el holocausto no es un tema exclusivamente judío.

Los nazis elaboraron una postura que formulaba la existencia de una raza aria que era pura (Hitler no lo era), así justificaron la eliminación de aquellos que no se ajustaban a la misma. Encontraron la vía a los campos de exterminio gitanos, curas católicos, homosexuales, comunistas y todos aquellos que eran diferentes. Respecto a los judíos hubo una modificación programática sustancial: la iglesia católica proponía la eliminación de los judíos por la vía de la conversión, mientras que los nazis pasaron al exterminio físico. El grupo que más sufrió fueron los judíos (seis millones de víctimas), pero los nazis agredieron a la humanidad completa, como los racistas no son monotemáticos exterminaban a los diferentes, ya sea por sus preferencias ideológicas y hasta sexuales.

En México había movimientos antisemitas que también preconizaban el ataque al comunismo. La literatura de derecha ensalza a los Abascal como patriotas, siendo que ya son por lo menos tres generaciones de racistas, antisemitas y anti comunistas; Vasconcelos que es reverenciado por un sector intelectual nunca esconde su racismo, prologó a Salvador Borrego y dirigió la revista Timón donde se alababa a Hitler y Mussolini. Tuvimos suerte que no alcanzó la presidencia de la república, de haberlo hecho hubiera instituido un mundo de terror y fanatismo.

El reverenciado Lázaro Cárdenas abrió la puerta a muchos refugiados del fascismo, destacan los españoles que huyen de Franco y judíos que pueden entrar al país, mientras al mismo tiempo le vende petróleo y sus derivados a los nazis. Por un lado salva a las víctimas y por el otro apoya la labor de exterminio. Cosas de la política de doble personalidad, esquizofrénica dirían algunos.

De Miguel Alemán ni hablar porque era amante de una espía nazi y ni pensar que el secretario de gobernación no se enterara con quién compartía la cama. Díaz Ordaz sale de un grupo de ultraderecha de Puebla, justo de la entidad donde se crea El Yunque, lo que explica la rudeza en su persecución a los comunistas y su respuesta brutal contra los jóvenes que protestaban en el 68. Echeverría equipara al Sionismo con el racismo.

No perdamos de vista que durante varias décadas en el siglo XX el gobierno mexicano clasificaba a los israelíes como nacionalidad restringida, generándoles trabas para otorgarles visas.

La ultraderecha siempre estableció canales de comunicación con la derecha del PRI, su penetración fue muy importante y empezó a mostrarse públicamente cuando el PAN llega al poder, caen las caretas y éstos políticos no necesitan ocultar sus posturas ideológicas. No sorprende que el coordinador de asesores del subsecretario de gobernación con Calderón haya creado una célula nazi. Con el tiempo aflorara información que nos muestre lo extendido de este tipo de posturas en la élite política.

El antisemitismo no es exclusivo de la derecha y ciertos grupos de la pseudo izquierda (por honestidad intelectual no puedo calificarlos de izquierda) lo disfrazan de anti sionismo. El gobierno de la Ciudad de México ha apoyado una sesión en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México donde se ha negado el holocausto (2013), no obstante que el mundo ha determinado una fecha internacional para su conmemoración. La sesión se realizó justamente en el contexto del día internacional del holocausto, ¡nada más perverso! En la mesa redonda participaron simpatizantes de los palestinos, no se puede estar más confundido en la vida. Negar el holocausto no apoya en nada la causa palestina. Los argumentos esgrimidos son los de siempre: contra el imperialismo yanqui, contra el peligro mundial de los judíos, se equipara a los judíos con todo lo que es peligroso para la humanidad, al mismo tiempo son comunistas y capitalistas, satán y dios.

La lección debe aprenderse. Los racistas de izquierda y derecha realizan limpiezas étnicas y genocidios (remember nazis, Stalin, Pol Pot, etc.) y si algo hay que aprender de la segunda guerra mundial, es que esto no debe suceder contra nadie y NUNCA JAMAS.