Artículo de febrero de 2013

ENLACE JUDÍO

Saúl Kaminer pinta, Saúl Kaminer habla. Y cuando lo hace, bajo los ojos extasiados de Elisa, su asistente, los rojos del mural que revistirá la pared del Centro Cultural Monte Sinaí se vuelven ola y movimiento; sangre y Holocausto; fuego y origen. Las redes electrizan el ambiente. En una visión surrealista, Saúl mismo está partiendo el mar en dos lienzos. Más dualidades: Francia y México, judío y universal, humildad y grandeza.

El Shtetl de su padre renace en el departamento de la Condesa. Hay un antes y un después en su pintura: Saúl emprendió un viaje a Polonia, donde quiso saber lo que su padre- sobreviviente del Holocausto por dejar su país en 1936- no le dijo, primero por luto, luego por una embolia. Allí, Saúl tiene un sueño: unos sabios lo cubren con una sábana blanca; cuando emerge de ella, empieza a hablar y se reconcilia con su padre y consigo mismo. Reconfigura su mundo con clases de Torá, con Kabalá, con nuevos trazos y colores. Es su “Brit Milá”, su “Pacto de la Palabra”.

Este mural cuya elaboración es para Saúl “un privilegio”, lleno de la energía de una Comunidad siempre en movimiento, lo dedica a su hermano, José Kaminer z”l, cuya ausencia muchos de nosotros lloramos.

En el taller de Kaminer, lugar sacrosanto de creación, único espacio donde la tecnología se declara aún impotente, los mundos se alocan, los puntos se conectan, la esfera de las ideas se funde con la del color y el sentido de sus travesías se hace evidente en el mural: Lej Lejá, vete hacia ti mismo, hacia tu centro, hacia tu origen.

El mural del Centro Cultural Monte Sinaí se inaugurará el 17 de febrero,con las demás instalaciones del deportivas, culturales y recreativas, en Loma de la Palma #22.

resized_DSCF3003
Esto nos dijo Saúl Kaminer:

SK: El nombre de este mural es: Presencias; es un mural para la Comunidad Monte Sinaí. Está por inaugurar el Centro Cultural Monte Sinaí, creo que ya se abrió, pero se inaugura oficialmente el 17 de febrero. Este mural expresa a la Comunidad tejida y en movimiento. Muestra los brazos comunitarios, pero más profundamente, expresa los conceptos Ruaj Nefesh y Neshamá que, en el fondo, son cosas muy difíciles de figurar; entonces están expresadas de forma abstracta a través de movimientos, de alientos, de luces, de colores y el color que aquí ilumina: no quema, sino ilumina.

EJ: Ruaj Nefesh y Neshamá son conceptos cabalísticos

SK: Son conceptos cabalísticos, pero no solamente, son también talmúdicos. La Neshamá es una palabra de la Torá que se refiere al alma del alma; el Ruaj se refiere al aliento; el Nefesh se refiere a la individualidad. En pocas palabras son el mundo de la formación, el mundo de la creación y el mundo del alma del alma, el respiro del respiro. Este lugar también va a ser un lugar de paso; a la vez se va a poder ver de frente, pero la gente va a estar pasando de un lado hacia el otro como del auditorio hacia la zona donde están los aparatos deportivos, entonces ese paso va a generar una especia de cinetismo. La gente todo el tiempo es como si fueran a ver la pintura en movimiento. La gente va a sentir que la pintura se está moviendo ¿no? Yo hoy en día me siento más libre para pintar que hace 10 años, 20 años, como que hoy en día me atrevo y pienso un Rothko y esta gente que a lo largo de su historia se fueron cada vez liberando más y más e hicieron unas cosas maravillosas.

EJ: Para ti la presencia es un concepto importante

SK: Es un concepto muy importante porque siento que la pintura básicamente lo que nos habla es súper sensible, no tanto lo que quiere decir sino lo que pone presente. Es como cuando encontramos a una persona que nos atrae por alguna razón- y lo que más sentimos es su presencia antes de conocer su nombre, su historia, pero su presencia es la energía más sutil de su ser.

EJ: ¿Cómo te gustaría ser recordado después de 120 años?

SK: Es difícil de contestar esa pregunta, no pienso en eso, bueno… Ojalá que lo que yo he hecho hasta ahora represente una transmisión que haya gente que lo reciba como una transmisión, ojalá que lo que yo hago sirva para el mundo porvenir.

EJ: Sí, muchas generaciones van a pasar por acá. ¿Qué sigue de este mural?

SK: Después de este mural sigue una pequeña exposición en París, en marzo, el 27 de marzo. Siguen proyectos, cosas, hago una exposición en el Instituto Veracruzano de Cultura, pero también hay otros proyectos porque estoy trabajando cosas espaciales, son como cuerpos sensibles, se hizo un video en TV UNAM, en un programa que se llama Naturaleza Quieta que lo hace  Marcos Límenes y Carolina Kerlow, hicieron un programa y entonces ahí yo estuve construyendo como espacios sensibles, son como imágenes de cuerpos en el espacio.

Ahí buscando las sombras, empezando a pintar el piso, el techo y al final queda así.

EJ: ¿Y dónde se hizo esto?

SK: Esto es algo efímero, se hizo en un foro de TV UNAM, pero yo lo puedo hacer.

EJ: Esta dualidad Francia, México ¿Cómo es en tu vida?

SK: Yo diría que más que dualidad, es una unión de contrarios. Que Francia es un mundo más del pensamiento, lo cual no quita que México no lo sea, pero allá básicamente es un mundo intelectual, de pensamiento, de construcciones mentales; aquí es un mundo más del sentimiento, también es el intelecto, pero como que aquí primero es el sentimiento y allá primero es el pensamiento y luego el sentimiento. Entonces como que son dos mundos que para mí se complementan, pero yo estoy ahora más tiempo en México.

EJ: ¿Qué es México para ti?

SK: Pues es mi lugar de nacimiento, es mi madre patria, es donde puedo vivir con libertad, con gusto, digo a pesar de todos los problemas que hay en México, y también mi mundo judío aquí lo vivo con mucha tranquilidad y de una manera muy tranquila, yo me siento mu honrado de que me inviten a hacer esto para la Comunidad Monte Sinai, muy honrado, es la primera vez que directamente la gente de Comunidad me invita.

EJ: ¿Crees en D-s?

SK: yo diría más bien que siento, no diría que soy creyente, sino sintiente. Todo lo que es el mundo trascendente y que se refiere a lo divino es algo que es mucho más poderoso e importante sentirlo que creerlo porque la creencia es algo que te pueden debatir con argumentos, pero lo que tú sientes nadie te lo puede quitar.

Cuando murió mi padre en el 92, empecé realmente a hacer lecturas de la Cabalá, pero fueron lecturas cruzadas con la filosofía de Manuel Levinas, cruzadas con la poesía de Edmund Javès otro gran poeta judío egipcio que vivió en París y empecé a cruzar muchas lecturas con las de la Cabalá.

Como que compenetrarme y meterme un poquito más en la lectura de la Cabalá, a partir de los sentimientos también, no sólo leer con de manera intelectual sino también con el estómago y con el corazón, hace que uno se vaya transformando.

Saúl Kaminer fue en un viaje al pueblo de su padre y según cuenta: “Ese sueño fue un Brith Milá, como que me dio el acceso a la palabra”.

EJ: ¿Qué soñaste?

SK: Soñé que estaba en un pueblo judío de Europa central y de pronto estaba yo desnudo y estaba rodeado de rabinos que me cubrieron con una sábana y luego me destaparon y yo podía hablar.

EJ: Entonces tu papá no había podido tener muy presente la palabra y como que la fuiste encontrando.

SK: Exacto, porque cada vez que le preguntábamos algo de su pasado se le humedecían los ojos, se le hacía un nudo en la garganta y no podía decir nada porque era tal el dolor que se subía a la garganta, que le impedía hablar. Entonces apenas di algunos datos.

EJ: El dolor de lo que le pasó [en el Holocausto]

SK: El dolor de lo que le pasó y de haber perdido a toda su familia. Él perdió a toda su famlia y luego le dio una embolia, yo siempre lo relacioné.

EJ: ¿Cómo pudo escapar?

SK: Él vino en el 36 porque había dos tíos, Isaac y Manuel y lo recogieron a él y a otro sobrino, pero él vino sin necesidad de escapar, vino porque tenía 20 años y era el único que tendía disponibilidad para irse, era el más chico y por otra parte, para poder conocer bien cómo vivieron mis abuelos en Polonia, porque este pueblo antes fue de Polonia, entonces para enterarme de cómo vivieron, de lo que mi padre no me pudo decir, me la pasé a leyendo a  Isaac Bashevis Singer a través de esas lecturas supe yo de cómo vivieron mis abuelos.