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26 de febrero 2013.-La artillería mediática iraní descargó ayer toda su munición contra el galardón de Hollywood a “Argo”, la película que narra -con ciertas licencias en el guión- un capítulo de la toma de rehenes norteamericanos en el Teherán revolucionario de 1979. Los medios oficiales persas, en particular la televisión y la agencia de noticias Fars, calificaron la 85 ceremonia de los Oscar como “la más política de todos los tiempos”, y al filme de Ben Affleck como una “película antiiraní” financiada por “una empresa sionista”, en referencia a los estudios californianos de Warner Bros.
Los medios extranjeros que salieron a la calle dieron, en cambio, una visión más matizada de la opinión del iraní de a pie, mientras constataban la sorprendente difusión de la cinta entre los jóvenes de Teherán. La película ha sido prohibida en Irán, pero decenas de miles de copias pirata en DVD circulan desde hace meses por la capital y principales ciudades del país.
Tanto el gobierno como los medios oficiales subrayaron que la aparición de la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, presentando la película ganadora desde la Casa Blanca, fue una “prueba irrefutable del carácter político” del premio a “Argo”. Como es habitual en la censura iraní, Fars distribuyó la foto de Michelle Obama manipulando la fotografía para adaptarla a las normas de vestimenta de la Sharía. La agencia criticó el vestido de gala de Michelle y utilizó el “photoshop” para que la tela cubriese hombros y escote.
El miércoles pasado, el Guía Supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, preparó la respuesta del régimen integrista a los Oscar al calificar a Hollywood de “máquina política” al servicio de la propaganda de Washington.
