ENLACE JUDÍO

Ocho parejas de la Comunidad Judía de México decidieron ir juntas a Boston a probar la experiencia de correr uno de los maratones mas importantes del mundo.

“Mi esposo, Salo, ha corrido 9 maratones, han sido Chicago, Paris, NY (2 veces), Toronto, Londres, Philadelphia, Berlin y Boston. Empezó a correr en el 2007. Ha tenido la suerte de que en la mayoría de sus maratones ha corrido con su papá, Rafael Mizrahi, el cual lleva casi 25 años corriendo maratones, así que es su gran ejemplo a seguir y es algo que disfrutan juntos” nos dijo Denisse Mizrahi.

Mientras que algunas esposas de los corredores esperaban a 100 metros de la meta a sus esposos, lograron escuchar, a apenas unos pasos de ellas, dos explosiones, ambas fuertes. Al principio pensaban que había sido un accidente, pero no. Era el terrorismo que azotaba a Boston.

Éste es el testimonio de Denisse:

El Maratón seguía su curso como todos los años,(que por cierto este es el No. 117 que se lleva acabo ininterrumpidamente en Boston), había muchísima gente, familias con niños, en todo el recorrido animando y alentando a los 30,000 corredores que hacían este increíble esfuerzo. Me comenta mi esposo que es en el que mas apoyo y porras han sentido.

Una amiga y yo decidimos ir a esperar a nuestros esposos a la meta como a las 12:30, pero era tanta la gente que había en la banqueta que no se podía ni caminar, así que nos metimos a una tienda a esperar que baje un poco el flujo de gente para poder encontrar un buen lugar y verlos llegar.

A la 1:30 por fin estaba mas libre la banqueta y fue cuando nos paramos justo en la banqueta de enfrente del restaurante FORUM. Sigo sin entender porque me enterqué tanto en pararnos ahí, Jessica me decía ¿no prefieres dos cuadras atrás? Y yo insistía que ahí estaba bien. (más tarde al ver las imágenes, nos dimos cuenta que en ese lugar, el FORUM, fue la explosión).

Después de poco rato pasó el esposo de mi amiga y ella se adelantó al hotel a esperarlo. Yo me quedé sola, porque sabía, por medio de una aplicación en el celular, que Salo estaba a 2 km de llegar a la meta.

Estaba muy emocionada, muy al pendiente de que no se me pase sin haberlo visto hasta que a las 2:46 en punto, pasó Salo muy contento y al verlo me sentí FELIZ de que logró un maratón mas, el más difícil y esperado por él y por miles de maratonistas.

Yo había quedado un día antes de verlo en el hotel y como normalmente tardan entre 15 y 20 min en cruzar la zona de recuperación, siempre me quedo un rato mas a ver más corredores llegar y esta vez, no logro entender que, pero sentí una fuerza que me impulsó a irme inmediatamente al hotel a esperarlo.

El hotel estaba a 2 cuadras solamente de la meta. Así que eran 2:47 cuando empece a caminar al hotel y de pronto se escuchó una explosión, pero en ese momento no se pensaba siquiera que fuera una bomba, yo pensé que algo pesado se cayo de un edificio.

Pasaron sólo 10 segundos y se volvió a escuchar otro pero fue ahí cuando ya pensé, esto no es normal, y empezó la sensación de incertidumbre, miedo, soledad, y no sabía si seguir caminando o meterme a un lugar seguro….empecé a preguntarle a la gente que estaba junto a mí y todos estaban igual que yo. Asustados.

Había dos niñas de Argentina que hasta ahorita recuerdo su llanto de angustia, y lo peor es que su mamá las trataba de calmar y yo en ese momento, sola, me sentía igual que las niñas, muy muy asustada.

Un policía dijo después de unos 2 minutos: ¡Dos edificios explotaron en la meta!! ¡La gente salió volando!! TEXTUAL.

Al escuchar eso prácticamente mi mente se fue a Salo. Donde estaría? Le habrá tocado a él? Estará vivo? Y así pase 20 tormentosos minutos con pensamientos que me estaban volviendo loca. Lo único que yo pedía era: D-os por favor regrésamelo bien, que llegue sano y salvo. Y lo que más pedía era: QUE CUANDO LO VI ENTRAR A LA META NO SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE LO HAYA VISTO…

Poco después llego mi suegra, que me decía ¡cálmate cálmate!! Y yo no paraba de llorar y gritar, sentía que me iba a desmayar. Pobre de mi suegra porque estaba sufriendo doble: su hijo y su esposo habían corrido y no sabíamos nada de ellos.

En eso llega Salo caminando con una cara de susto que nunca le había visto, y nos lanzamos mi suegra y yo a abrazarlo y no parábamos de llorar y dar gracias a D-os, una y otra vez, de tenerlo cerca y bien.

Nos cuenta en ese momento Salo que al recibir su medalla, escuchó la primera bomba, volteó a ver que había pasado y estando volteado, vio explotar la segunda. Él estaba a unos 100 mts de la explosión, se quedó tan impactado que empezó a caminar al hotel pero no podía ir mas rápido por el dolor de sus pies, claro, acababa de correr ¡42km!.

Dice que en el trayecto al hotel, sufrió porque él sabía que su mamá y yo estábamos en la meta, aunque separadas por 2 cuadras, pero no sabía si nos había tocado la explosión a alguna de las dos. Dice que fue terrible porque pensó lo peor.

Nos cuenta Raquel Essés Elo:

Nadie supimos qué estaba pasando, cuando volteamos como diciendo “qué raro… qué fue… ” Pero nunca pensamos en una bomba, pensamos en una explosión,  cohetes, alguna una tontería… […] ahí vimos puro humo, nos tocó ver  como puro humo. La gente se quedó tranquila, todavía los corredores venían corriendo  y no pasó nada. Después de unos segundos, va la segunda, pero ya va 50 metros atrás de  la meta, o sea ya más cerca de donde estamos nosotros, del lado de enfrente de la calle, pero ahí ya vimos la explosión, ya nos tocó ver la explosión: se ve como  como si fuera fuego, una luz muy fuerte y toda la explosión. Entonces ya fue cuando yo volteé con la que venía y le dije: ¡Es un atentado terrorista!

Efectivamente, había sido un atentado terrorista que tomó la vida de tres personas e hirió a 176 más. Muchas vidas cambiaron en esos momentos; las decisiones que en ese momento parecían poco importantes, como ir a comprar un café o quedarse donde estaban, fueron las que decidieron entre seguir-o no- en vida.

Belora, a su vez, se quedó sola y fue conducida… a una sinagoga que sirvió, en este momento, de refugio. En eso, ella ve la mano del Todopoderoso.

¿Qué puede dejar una experiencia como ésta?

Belora Cohen y José Tuachi comentaron: 

En esos momento te das cuenta que por dos malos, cuánta gente altruista y cuánta gente que nos ayudó y ayudó a la gente a salir adelante”. – Belora Cohen Tuachi. “Una de las reflexiones que para mi son más importantes, es […] que existe gente que es mala o quiere hacer daño a los demás, pero hay mucha más gente que hace el bien y se preocupa por los demás; lo vivías allá, en cada momento, en cada calle, cómo todos tratan de ayudar o apoyarte a los que están en algún momento desprotegidos, y eso es algo que me deja mucho en esta situación.

Raquel dice:

Decidí disfrutar la vida al máximo

Salo y Denisse:

Desde el momento en que me reencontré con Salo, los dos supimos que la vida cambia en un segundo. Que debemos de aprovechar cada momento y agradecer todos los días poder estar juntos y con salud.
A mi en lo personal, me ha afectado muchísimo, estoy muy alerta, muy asustada, paso de la alegría a las lagrimas sin explicación. Fue muy traumante lo que vivimos. Y sólo nos queda dar gracias a D-os que nos ayudo a NO estar en ese lugar por escasos 3 minutos. No paramos de pensar en el si hubiera….

Si hubiera escogido otro lugar para esperarlo en la meta, si Salo se hubiera tardado 3 min mas en llegar a la meta, si…

Y ahí es donde sabemos que D-os estuvo con nosotros paso a paso.

Es una experiencia que nos ha impactado muchisimo, pero no derrotado, de hecho, Salo ya se propuso correr su próximo Maratón: Chicago…

Gracias a Dios,regresaron con bien del atentado de Boston:

  • Raquel Essés Elo y Moisés Elo
  • Belora Cohen de Tuachi y José Tuachi
  • July Helfon y Freddy Helfon
  • Karen Romano y Daniel Romano
  • Jessica Romano y Daniel Romano
  • Vivian Moussali y Sony Moussali
  • Denise  Mizrahi y Salomón Mizrahi
  • Rosy  Mizrahi y Moisés  Mizrahi