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27 abril 2013.-.- Miles de hogueras llenan de luz la noche de Israel en medio de la alegría por la festividad judía de Lag Baomer, en la que ultraortodoxos cortan por primera vez el pelo a sus hijos de tres años.El centro de la celebración será esta noche el Monte Merón, junto a Safed, la ciudad de la Galilea vivero de la Cábala, interpretación mística del judaísmo, pero los fuegos y festejos se extienden por todo el país, incluso entre los seculares.

Desde el ocaso de hoy y hasta la caída del sol mañana, domingo, se espera que peregrinen al Merón más de medio millón de ultra-ortodoxos para participar junto a sus hijos de tres años en un ritual por el que les cortan el pelo para hacerles los “peot”, las largas patillas en forma de tirabuzón.

La festividad es seguida también por nacionalistas religiosos judíos y laicos en una jornada que conmemora varias efemérides.

La primera es la muerte de Shimón Bar Yojai, un importante rabino del siglo I de la era cristiana al que se atribuye la autoría del Zohar, la obra clave de la Cábala, si bien los académicos creen que en realidad la escribió el filósofo sefardí Moisés de León.

La segunda que, según el Talmud, la fecha marca el fin de una plaga divina que mató a 24.000 alumnos del rabino Akiva, del que Bar Yojai era el principal discípulo y uno de los únicos cinco que sobrevivió.El Lag Baomer, acrónimo del día número 33 de la cuenta del Omer, significa el proceso de degradación espiritual que sufrió el pueblo judío durante siete semanas previas a la entrega de la Torá, que se conmemora en la festividad de Shavuot.

Muchos conmemoran con las hogueras la revuelta de los judíos encabezada por Bar Cojbá contra los intentos del emperador Adriano de convertir a Jerusalén en una ciudad romana y reconstruir el templo judío para dedicarlo a los dioses paganos.Esta sublevación no prosperó, aunque los israelitas consiguieron expulsar a los romanos de numerosas ciudades e incluso tomar Jerusalén, por lo que es considerada símbolo de la lucha por la libertad.

En la ciudad santa, los barrios religiosos se llenan de ritmos y hogueras, y cientos de ultra-ortodoxos se concentran en la tumba de Simón el Justo, en el barrio palestino de Sheij Yarrah de Jerusalén Este, así como en torno a hogueras en Mea Shearim.

Pese a su carácter religioso, la fecha también se ha convertido para muchos seculares en una excusa para encender fuegos o barbacoas al aire libre, que llenan de humo y olor a quemado las plazas y parques del país.

Este año la festividad se produce en sábado, y numerosos rabinos han exhortado a las autoridades educativas -pues hasta la secundaria los escolares participan en hogueras junto a sus padres en los colegios- a retrasar en un día el encendido de las mismas para no violar las reglas sabáticas, por las que no se puede encender fuego.

Los rabinos temían que los actos se produjeran aún durante la jornada sabática en lugar de esperar a que concluya con la aparición en el firmamento de las tres primeras estrellas.

“Para mí, Lag Baomer representa la victoria de Bar Cojbá y el encendido de las hogueras, un momento de fiesta y gran alegría”, declaró a Efe Yonatán Kerencovich, estudiante de 15 años horas antes de encender con sus amigos una hoguera en Jerusalén.Este adolescente lleva desde hace tres semanas recogiendo madera de muebles viejos, así como ramas y maleza a fin de lograr obtener “una hoguera que dure hasta el amanecer”.

Fuente:lainformacion.com