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22 de mayo 2013.-El Tribunal Supremo israelí analizó una polémica ley que permite al estado confiscar propiedades en Israel de residentes en Cisjordania, y que según los críticos, está destinada a la expropiación de parcelas e inmuebles a palestinos de Jerusalén.

La legislación fue sometida a debate en una vista celebrada el lunes tras una demanda interpuesta por el Estado ante el Supremo para invalidar una jurisprudencia de una corte de distrito que dictaminó que no fuera implementada en Jerusalén, informa hoy el diario “Haaretz”.

De acuerdo al rotativo, al menos dos fiscales generales y un tribunal de distrito han mostrado su oposición a la norma a lo largo de los años.

La legislación afecta en particular a palestinos residentes de Jerusalén Este que han perdido sus propiedades tras desplazarse fuera de los perímetros municipales de la urbe que Israel controla después de la Guerra de los Seis Días (1967).

En algunos casos, los propietarios han sido declarados ausentes por desplazarse a pocos metros de sus propiedades y
residir en zonas más allá de los límites que Israel considera su capital.

La comunidad internacional y los palestinos no reconocen la parte oriental de Jerusalén como parte de Israel, pues en ella los últimos aspiran a establecer la capital de su futuro estado.

El propósito de la Legislación de Propiedad de personas Ausentes, que data de 1950, era apropiarse de propiedades que quedaron en el territorio de Israel y que pertenecían a refugiados palestinos.

En virtud de su letra, a cualquier persona que residiera en un país enemigo o fuera de Israel se la consideraba ausente y su propiedad quedaba bajo responsabilidad de la Custodia de la Propiedad de personas Ausentes, hoy en día un organismo perteneciente al Ministerio de Justicia.

Tras la guerra de 1967, en la que Israel capturó la parte oriental de Jerusalén, los residentes del territorio ocupado que tenían propiedades en Jerusalén fueron considerados como ausentes, a pesar de no haber abandonado nunca sus hogares.

De acuerdo a grupos de derechos humanos, la legislación se ha convertido en una herramienta en manos de grupos de extrema derecha israelíes para aumentar la presencia judía en Jerusalén Este.

Fuente:diariovasco.com