La Policía uruguaya logró demostrar que por aquellos años Rabbani ingresó a Uruguay ilegalmente, es decir que no hay rastros suyos en la Dirección Nacional de Migraciones, lo cual es un dato más sobre las intenciones que el clérigo iraní pudo tener al llegar al país. Actualmente la casa pertenece a la embajada de Irán que pretende construir allí un centro cultural.
A su vez, AJN recuerda Nisman acusa a Irán de haber armado una red terrorista en Sudamérica para exportar la revolución islámica con “estaciones de inteligencia” en los países de la región, incluyendo Uruguay.
Mohsen Rabbani, el “cerebro” de la operación, es un clérigo musulmán que tenía vínculos fluidos con los servicios secretos del régimen de los ayatollas.