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Enlace Judío México |En su orientación actual, la inscripción que se halla en uno de los sillares de la iglesia de San Ildefonso se asemeja con claridad a una januquía, candelabro de nueve brazos que se utiliza en la fiesta judía de las luces de diciembre o «Jánuka». Si se invierte la posición del elemento pétreo, la figura parece «la representación esquemática de la cruz de Cristo sobre el monte Calvario». La diferencia es tan grande como determinar qué fe inspiró esta inscripción que genera visiones encontradas.

Los planteamientos enfrentados han surgido a raíz del proyecto de señalización de las juderías de la ciudad, propuesta entregada al Ayuntamiento de Zamora por los expertos que organizaron el congreso monográfico de julio bajo el título «Reencuentro e historia de la aljama de Zamora». El proyecto incluye el supuesto candelabro de nueve brazos como objeto de las identificaciones. Sin embargo, el delegado de Patrimonio de la diócesis de Zamora, José Ángel Rivera, se ha posicionado de manera pública en contra, al considerar que la figura esquemática es de naturaleza cristiana y, por lo tanto, carece de sentido colocación de un cartel.

Pese a la detallada argumentación de Rivera de las Heras, los promotores del congreso sobre la cultura sefardí han avanzado que seguirán considerando este elemento heredero de la presencia hebrea en la ciudad, tanto si se incluye o no finalmente en la señalización. Justifican su postura en la investigación que el experto Álvaro López Asensio realizó en el año 2008. El investigador no solo identificó la inscripción como un emblema judío, sino que la utilizó como portada de su libro «Genealogía judía de Calatayud y Sefarad» (Certeza, 2010).

« López Asensio es un estudioso del tema judío en Aragón, ha publicado varios libros acerca de los judíos españoles y ha sido reconocido en varias ocasiones por la seriedad de su trabajo basado en la documentación histórica y las evidencias arqueológicas», apunta el organizador del congreso, Jesús Jambrina, sobre la solvencia del autor. Por ello, los expertos en la cultura sefardí aseguran que «podemos seguir considerando la januquia como una evidencia de la presencia judía en la ciudad de Zamora, independientemente de que la oficina de Patrimonio del Obispado lo reconozca o no».

Una de las claves del símbolo radica en la inscripción de «una cruz con los extremos de sus brazos recruzados», indica el delegado de Patrimonio del Obispado. A este respecto, Jambrina aprecia que «debido al contexto de segregación religiosa contra los judíos de la época medieval, este tipo de simbiosis simbólica era muy común en las relaciones entre cristianos y judíos». Asimismo, el profesor de la Universidad de Viterbo (Wisconsin, Estados Unidos) explica que «gracias a este tipo de sincretismo tan común entre ambas religiones, piezas como la januquia en cuestión se ha podido conservar y podemos apreciarla en la actualidad en todo su esplendor histórico».

Es más, los promotores de la señalización de las juderías entienden la inscripción de San Ildefonso como una pieza de «concordia, amistad y reencuentro» más de que «un símbolo de la discordia». «Me gustaría pensar que esta hermosa pieza, una verdadera joya existente en Zamora, fuera apreciada en su dimensión cultural más que otra cosa y que dejemos que su supervivencia misma nos cuente su historia a través de estudios como los del profesor López Asensio y los de otros autores que puedan venir», expresa Jambrina, quien hace referencia a la «Jánuka» como la fiesta equivalente a la Navidad cristiana, tiempos de reencuentro y concordia.

Fuente:laopiniondezamora.es