Jedem_Das

 

 

YEHUDIT LEV PARA ENLACE JUDÍO

Ciclo Hannah Arendt, Parte 4: Límites de la Justicia

“Jedem Das Seine”

A cada quien lo que merece

Bienvenida a Buchenwald

EN LOS AÑOS de posguerra, Alemania sigue luchando con hambre, frío, hombres en campos de detenidos, con ejércitos ocupando el país, y los ciudadanos sujetos al humor nacional del Aliado que lo ocupa. Los estadounidenses se encargan de administrar su zona y administrar justicia donde el mercado negro es rey. Cualquier persona que tiene algo que vender, lo vende a los Estados Unidos. De esa manera, el nuevo poder en la cuadra mundial adquiere descubrimientos científicos, espías, planes enemigos, y la posibilidad de continuar en casa los experimentos comenzados aquí. El naciente Imperio fortalece sus ramas médica, militar, de inteligencia y de salud pública con las cenizas del imperio fracasado.

 

ALEMANIA es sujeta a la continuada vejación del perdedor. Es la acumulación de humillaciones de previas guerras las que llevan a Alemania al punto en que se encuentra. En la guerra Franco-Prusiana de 1870 anexa los territorios de Alsace y Lorraine.

EL ODIO del mundo se acumula en las ruinas de sus devastadas ciudades. Las mujeres recogen los escombros, lamen los basureros, entierran los muertos, están dispuestas a todo por sobrevivir. Se rinden por completo. Ya lejos de la época de violación masificada, las mujeres alemanas se permiten seducir por los soldados Aliados, que las tratan bien y no están marcados con el estigma de sus hombres.

ESAS PRECIADAS mujeres de pura raza Aria que iban a construir el Reich de mil años,  ahora contienen semen internacional, de los bárbaros rusos y también de los soldados estadounidenses blancos y negros, a quienes se entregan a cambio de cobijo y comida. Los soldados de color todavía no tienen derecho de igualdad en el país de origen y ahora son conquistadores, ocupadores, poderosos hombres que disfrutan la crema de la crema a precios de mayoreo al mismo tiempo que contraen altísimos niveles de enfermedades venéreas.

Tributo del Poder a la Razón

NUREMBERG está destinado a ser un tributo del poder a la razón. Es, en labios del fiscal Robert Jackson, un juicio para prevenir la tiranía. Lo que genera al terminar casi un año después, es tedio. La prensa ya no le interesa, el tema ya no es relevante. Pero eso no es de importancia para los Aliados, que tienen listas de criminales esperando a ser procesados.

LOS JUICIOS presentan asuntos ambiguos de jurisprudencia. Por ejemplo,  ¿Qué derecho tiene esa particular corte sobre los acusados? ¿Cuál es la justificación para que sea un tribunal internacional y no cortes alemanas por crímenes cometidos por alemanes en contra de otros alemanes?

ES QUE al finalizar la primera guerra mundial, las cortes alemanas muestran clemencia y ni una sentencia de muerte a los perpetradores. Los Aliados no confían que Alemania puede hacer justicia por sí sola. Existe una complicidad omnipresente más allá de los miembros del partido nazi, que llega a contar con ocho millones de afiliados. Es impensable que todos los colaboradores del régimen sean encausados por sus crímenes.

DESPUÉS DEL primer Nuremberg, se llevan a cabo otros doce procesos bajo la autoridad de la misma Ley que genera el juicio original. Son en total 185 acusados. Los juicios grupales que se llevan a cabo desde 1945 hasta 1949 incluyen a médicos que experimentan sobre enfermos y prisioneros; a industriales de Flick, I.G. Farben y Krupp, que participan en el saqueo de los países ocupados y en el programa de mano de obra forzada; a los Einzatzgruppen, quienes se encargan de los asesinatos en el frente oriental a base de balas y fosas masivas; además de varios otros cómplices de raptos, ejecuciones, crímenes contra la humanidad en varios aspectos de la guerra, desde administrativos hasta directamente involucrados en la máquina asesina.

ADEMÁS DE estos juicios, se conducen varios procesos en campos de concentración. En 1947, Cracovia se juzga a 40 miembros de la administración de Auschwitz. En Majdanek se lleva a cabo el juicio más largo: toma 30 años en resolverse. Buchenwald, Flossenbürg, Mühldorf, Chelmno, Sobibor en 1965, Belzec, los ya mencionados de Belsen, Dachau en 1945 a 1948, y Mauthausen-Gusen en 1946 y 1947.

PARA MARZO de 1948, se establecen mil juicios involucrando 3,500 alemanes. El Tribunal Militar Americano en Dachau en Noviembre 1945 y Agosto 1948 juzga a 1,672 alemanes acusados de crímenes de guerra en 489 procedimientos. De estos, 1,416 son encontrados culpables y enviados a la prisión de criminales de guerra para encarcelamiento o ejecución.

Juicio a los Jueces

DE ENTRE todos estos, llama al público la atención el de los jueces, el tercer de trece juicios de Nuremberg. No son los más terribles criminales del sistema. Más la degradación del sistema judiciario es factor crucial en todo lo que se desarrolla después y es advertencia para estados de ley contemporáneos. Las leyes y políticas del Tercer Reich tienen precedente en la República Weimar. Y hasta algunos elementos comunes con las de Estados Unidos, quien en sus libros también permite la esterilización de ‘débiles mentales’.

CON JUECES imparciales, todavía se puede llevar a cabo la Justicia. Pero en 1933, las cortes populares se establecen y sus poderes se incrementan al mismo ritmo que decrecen los de las cortes legítimas. Los enemigos políticos son procesados a los campos de concentración. Los débiles mentales son humillados, difamados y luego asesinados.

AQUELLOS que pueden volverse víctimas se escapan mientras pueden. Un testigo cuenta, “Toda la sociedad estaba podrida, el veneno estaba en la sangre. Nadie confiaba en nadie. El pueblo alemán vive inundado de miedo.”

LOS PROFESORES de Leyes, todos los Judíos y social-demócratas son purgados en 1933. Esto elimina a 120 de los 378 profesores existentes. Los que quedan son extremadamente conservadores. Y los que reponen a los expulsados tienen las apropiadas credenciales nazis.

HITLER alguna vez es preso en la cárcel, y es enemigo a muerte de los abogados y la justicia. La eliminación de los enemigos políticos también comienza a partir de 1933, cuando ser opositor del partido se vuelve crimen penado por jueces y fiscales. Los jueces y juristas opositores son hechos a un lado. Después de la entrada del poder, los Nazis multiplican por mucho las cifras de presos políticos. Destruida la paz, soldados son fusilados por decir que la guerra va mal o colgados por comer manjares destinados a los jerarcas.

Juristas del Horror

EL ABOGADO alemán Ingo Muller, en 1991 publica el libro Hitler’s Justice: The Courts of the Third Reich (‘Los Juristas del Horror’). En este, ofrece un análisis del papel de los jueces, abogados y profesores de leyes en el régimen Nazi, de cómo se acomoda este sistema, de lo poco que cambia después de la segunda guerra mundial y del hecho que los criminales al final del día se escapan de la ley.

MULLER AFIRMA que los abogados, jueces, profesores de leyes, y otros involucrados en el sistema de justicia criminal no son víctimas inocentes cooptadas por un régimen asesino; son moralmente e intelectualmente responsables por voluntariamente participar en asesinato en masa, terror y la creación de un estado dictatorial. Dispuestos a hacer a un lado los principios de justicia y ley que podía haber detenido a los Nazis.

“LA PRONTITUD de los tribunales en plegarse a los deseos de sus dueños políticos no se limita a los casos penales ni a las discriminatorias Leyes Raciales. En todas las áreas del derecho y en toda clase de tribunales, los opositores genuinos o supuestos del régimen eran privados de sus derechos legales,” escribe Muller.

CUENTA que solamente un juez, Dr. Lothar Kreyssig, se opone a los Nazis y habla en contra de la prostitución del sistema de justicia. Después de su protesta los asesinatos de los lisiados y las detenciones en los campos de concentración, Kreyssig se retira en 1942 con pensión completa. Esto sugiere que otros podían haber hecho lo mismo. Muller añade que posterior a la guerra, todos los jueces y profesores son rápidamente rehabilitados, y luego escriben muchos libros y artículos justificando sus acciones bajo el Tercer Reich.

EL MÁS TEMIDO de los jueces es Roland Freisler, presidente de las cortes populares, apodado “Raging Roland.” Roland el Furioso preside su corte con particular sadismo y a gritos y humillaciones. Su régimen de terror dura hasta febrero de 1945 cuando queda atrapado en los escombros de un bombardeo en el recinto de las Cortes Populares.

A FREISLER lo consideran el mal encarnado. Tal vez otros no se permiten rendirse completamente al mal en su forma más pura. Conduce una guerra en contra de su propia gente, dejando a más de 40 mil personas muertas en el proceso. Se deleita en su poder de hacer personas temblar de miedo, de sentenciar a muerte. Defiende a los agresores. Quiere mostrar que un nuevo aire se apropia de los corredores de Justicia, y los proponentes de la democracia simplemente conceden sin pelear.

PERO Freisler está muerto, y el Tercer Reich se funde en la normalidad germana. Ahora los jueces responden por pequeños casos que los incriminan. Dilemas adicionales: Aunque algunos jueces se rehusan a cooperar con los Nazis, ¿qué del argumento que el juez se queda en su posición para evitar que personas más crueles tomen su lugar? ¿Un juez no tiene la responsabilidad de llevar a cabo las leyes de su país, aún si no está de acuerdo con ellas? Y ¿en que se basa la selectividad? Había miles de jueces. ¿por qué se eligen a estos cuatro?

SE LES ACUSA de asesinato judicial y otras atrocidades que cometen al destruir la ley y la justicia en Alemania, y luego utilizando las formas vacías de proceso legal para persecución, esclavización y exterminio bajo ley. Son acusados de crímenes de tal intensidad que meras instancias específicas parecen insignificantes en comparación.

EL FISCAL Brigadier Telford Taylor dice en la apertura del juicio: “Grande como fue su crimen en contra de aquellos que murieron o sufrieron por sus manos, su crimen en contra de Alemania fue aun más vergonzoso. Profanaron el templo Alemán de Justicia y llevaron a Alemania hacia la dictadura del Tercer Reich, con todos sus métodos de terror, y su cínica y abierta negación de la ley.”

“El Templo debe de ser consagrado de nuevo.”

EL TEMA de la justicia llama la atención de Stanley Kramer, quien dirige en 1961 la cinta “Juicio en Nuremberg.” Basada libremente en el caso real, en la cinta tres jueces estadounidenses juzgan a cuatro jueces del nazismo (en el juicio original son 16 funcionarios del sistema legal, jueces, fiscales, y oficiales del Ministro de Justicia.) Spencer Tracy es el Juez Haywood, provincial hombre recto de talla americana. El acusado principal, Ernst Janning (Burt Lancaster) es conglomeración de varios de los acusados de la vida real, especialmente Franz Schlegelberger quien ocupa puestos prominentes hasta llegar a subsecretario del Ministerio de Justicia.

EN LA CINTA dibujan en ficción el caso de Leo Katzenberger, líder de la comunidad judía de Nuremberg, que ilustra cómo funciona la Corte Especial de la Alemania Nazi. Katzenberger es dueño de unas zapaterías antes que los decretos de Arianización de 1938 le despojan de sus propiedades. Después de perder su negocio, Katzenberger, de 67 años, vive en uno de sus edificios y mantiene amistad con una joven fotógrafa de 30 años llamada Irene Seiler, su inquilina. En 1941 emergen rumores que están transgrediendo las leyes raciales. Durante el juicio de 1942, ambos niegan que su relación es sexual. Testigos indican que ven al Sr. Katzenberger darle un ramo de flores, y que van juntos al café. El juez que preside, Dr. Oswald Rothaug, se refiere al acusado como “judío sifilítico” y “un agente de la judería mundial.” Katzenberger es sentenciado a muerte.

MAXIMILIAN SCHELL, en su papel de abogado defensor, declara que es Alemania quien está a juicio. Argumenta que el nazismo es responsabilidad de alemanes tanto como la comunidad mundial, que permite sin oposición que Hitler ocupe Checoslovaquia, Renania, Austria y militariza el país violando el tratado de Versalles, asistido por industriales estadounidenses que le venden armas al tirano en puerta. La Unión Soviética firma un tratado de no agresión a través del cual Hitler se da el gusto de invadir Polonia, y después se suma al reparto de territorio polaco. Un año antes de la guerra, Churchill alaba públicamente a Hitler como un gobernante modelo. “En última instancia, el responsable es la propia civilización.”

SCHELL, abogado del diablo, representa el Nazi convencido, y a través de él podemos ver las actitudes más arraigadas en Alemania. Los jueces son acusados de sentenciar sobre la base de unas leyes injustas en donde se sabe el resultado antes del inicio del proceso.

 

Fiebre

EN LAS palabras de Janning, “Había fiebre en la tierra, una fiebre de desgracia, de indignidad, de hambre…Más que nada, había miedo, miedo a hoy, miedo a mañana, miedo a los vecinos y miedo de nosotros mismos. Solo cuando comprendas esto puedes ver lo que significaba Hitler para nosotros.”

blica Weimary polñiticas del Tercer Reich tienen precedente en la Reppable en un snt que millones murieran. Casi cada juez y proErnst Janning: Juez Haywood… la razón por la que le pedí que viniera. Esas personas, esos millones de personas…nunca me imaginé que llegaría a eso. Debe creerlo…debe creerlo.

Juez Dan Haywood: Herr Janning, llegó a eso la primera vez que sentenció a un hombre a morir sabiendo que era inocente.

JANNING es responsable no porque personalmente envía a millones a morir, sino porque deliberadamente forma parte del proceso que viola los principios de la ley que se necesitan para prevenir que millones mueran. Muller dice que casi cada juez y profesor de leyes en Alemania en ese momento, de un grado u otro, es culpable en un sentido similar.

EDUARDO CASANOVA, en el prólogo de la edición en español del libro, escribe, “Ingo Müller, auténtico jurista, estudioso del derecho y de la historia de Alemania, narra con la precisión de un cirujano todo el proceso que llevó a la ‘justicia’ alemana a convertirse en una aberración, proceso que en realidad no se inició con los nazis, sino que venía de los tiempos del Imperio y que, por desgracia, no cesó con la caída del Tercer Reich, sino que se prolongó en el tiempo y permitió que aquellos ‘horrendos juristas’ siguieran dañando a Alemania y no recibieran el castigo que merecían.”

AÑADE: “El humillado, finalmente, es el pueblo en pleno, que se ve privado de sus más elementales derechos, especialmente de su derecho a la justicia. Eso lo pagó bien caro el pueblo alemán, pero más caro lo pagó, en uno de los capítulos más negros y terribles de la historia universal, el pueblo judío.”

DOS SUBSECRETARIOS, Schlegelberger y Klemm y los jueces de las cortes especiales Rothaug (“la personificación de la crueldad e intrigas secretas Nazis”) y Oeschey, reciben cadenas perpetuas. Cuatro son absueltos y el resto reciben entre cinco y seis años en prisión. Schlegelberger, el hombre que contribuye a la destrucción de la independencia juridica de la alemania Nazi, es liberado provisionalmente en 1950 por razones de salud y un año después sale por completo. Vive veinte años más con una copiosa pensión cinco veces más grande que la media de su país.

PARA EL principio de los años 50, las autoridades estadounidenses y alemanas comienzan a deshacer el resultado del caso. Las cadenas perpetuas son reducidas a veinte años en prisión, y para 1951 todos los acusados son libres, excepto Rothaug, quien permanece hasta 1956.

DE LA acumulación de juicios secundarios, en total 142 de 185 acusados son declarados culpables de por lo menos uno de los cargos; veinticuatro personas reciben la pena de muerte, de las cuales once se vuelven condena de por vida; veinte son directamente otorgados la cadena perpetua, 95 reciben sentencias de duraciones variadas y 35 son declarados inocentes. Cuatro acusados son retirados de la corte por razones de salud y otros cuatro se suicidan.

LOS JUICIOS generan una nueva ola de anti-germanismo. Y esto no conviene a los Aliados occidentales. Porque la guerra fría está a un segundo de comenzar, y los aliados necesitan una Alemania fuerte, y aliada. Mientras se llevan a cabo los procedimientos legales, la Unión Soviética conduce un bloqueo en Berlín. El fallo de Nuremberg no es popular, ni con los alemanes ni con los Aliados. Mas, “la responsabilidad de un juez,” dice Spencer Tracy al declarar el fallo, “es representar la justicia cuando es difícil hacerlo.”

Y AHORA, ¿Cómo se vuelve a consagrar el Templo?