MARK ACHAR PARA LA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Sociedad según el diccionario es un término que describe a un grupo de individuos marcados por una cultura en común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus costumbres y estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una comunidad y nuestra comunidad no escapa éstos términos.

Somos judíos. Esto nos une de una manera que va más allá de nuestras costumbres, nos une de manera metafísica según lo que dicen varios sabios de la Torá.

Antes que nada, quiero expresar mi profundo agradecimiento, así como admiración a la comunidad y a los líderes comunitarios que me forjaron como persona y como el judío que soy hoy en día. Sin ellos nunca hubiera podido llegar a enamorarme de mi judaísmo y ser la persona que soy.

Al transcurrir el tiempo, hemos visto una verdadera hermandad comunitaria mientras hemos pasado cada uno de los obstáculos que nos han hecho crecer cómo comunidad. Ésta hermandad, nos ha enseñado a aprender el uno del otro y a cuidarnos sin importar las circunstancias, cualquiera que estas sean al proporcionarnos un lugar dónde podamos desempeñarnos cómo una gran familia y a dialogar sobre nuestras diferencias en calidad de costumbres, tradiciones y formas de pensamiento.

En los últimos días, se demostró una realidad que muchos miembros no consideraban cierta: La homosexualidad en nuestra comunidad.

Esta podrá ser nada más una frase formada del diccionario para muchos, o un concepto que se considera abstracto, fuera de su estilo de vida, aunque es una realidad que ha existido siempre en nuestra sociedad, inclusive desde antes de la existencia de las instituciones comunitarias.

Cómo miembros de la comunidad, no podemos voltear la mirada ni cerrar los ojos ante los conflictos que sucitan estas diferencias que nos enriquecen y nos dan una visión mucho más completa de lo que es vivir en el mundo.

Entiendo que el judaismo no aprueba ningún tipo de unión entre dos personas desde el mismo sexo, pero también nos empuja a respetar y a “amar a nuestro prójimo cómo nosotros mismos”. Por lo que no considero correcto excluir a personas que tienen una escala de valores diferentes a la nuestra, haciéndonos así crecer cómo judíos y seres humanos.

La libertad de expresión, no nos da el derecho de insultar o menospreciar a nadie, independientemente de su orientación sexual. Así cómo anular a cualquier persona que decida apoyar la búsqueda del respeto hacia el prójimo.

En busca de que no se malentiendan mis palabras les reitero, estoy orgulloso de que la diversidad se manifieste en nuestra comunidad, por más de que yo no muestre esta diferencia.

De la misma manera, siento el orgullo a las posturas de las personas con una visión ortodoxa de nuestra sociedad que disipan con las perspectivas en contra de la opinión bíblica, pero lo que no apruebo es su forma de expresarlo.

A través de las diferentes formas de interacción social, he sido testigo de ataques a diferentes miembros de la comunidad, y a los líderes que defienden su derecho a llevar una vida digna y de respeto.

Parte de la juventud judía mexicana, al diferir con ésta opinión al igual que yo, consideró que la postura de exclusión no era el camino, así que realizamos una campaña que busca dar otra perspectiva a través de un mensaje. Debido a que nuestras raíces y nuestra historia cómo comunidad nos han enseñado que con unión y con respeto, podemos lograr grandes actos que influyan en nuestro futuro.

La campaña se tituló “Yo También”. Un mensaje en pro de vivir en unión cómo hermanos y en dar forma a una comunidad en dónde todos estemos orgullosos de formar parte de ella.

Esta campaña viral, consta de la participación colaborativa de muchos los miembros jóvenes judíos de diferentes comunidades, al dar un paso adelante defendiendo el derecho de opinión de cada miembro comunitario y entendiendo que cómo jóvenes, nuestra perspectiva importa debido a que formamos parte del futuro que queremos que nuestros hijos tengan dentro de la comunidad, así como comprendiendo que aunque existan opiniones diversas, cada una vale por lo que es, mientras se respeta la postura contraria.
La campaña está formada por un vídeo que busca tomar una postura incluyente, en dónde cada uno de los jóvenes expresó un mensaje sobre inclusión, que busca tomar como base la tolerancia y el respeto, para formar una comunidad en dónde se pueda convivir en armonía a través de todas las formas de judaísmo sin tener que oprimir ninguna.

Una de las cosas que nos hace crecer en todos los niveles es la diferencia, así como la diversidad. El pueblo judío se ha mantenido al lado de la Torá a través de los años, al tener mitzvot que nos recuerdan que tenemos una responsabilidad con éste planeta: Ser luz entre las naciones.

El ser judíos es más que un privilegio, es una responsabilidad. Tenemos que actuar con una moral en la que enseñemos con el ejemplo. Tenemos que mostrar más tolerancia que otros, más amor a nuestro prójimo y más respeto.

El concepto de “Tikun Olam” existe en orden de arreglar éste mundo, en enseñar que podemos convivir, no oprimiendo nuestros instintos, pero limitándolos a través del entendimiento.

Recordemos que el evento de “Yo tampoco” no promueve la homosexualidad, ni promueve el matimonio homosexual en las sinagogas, así como ninguna de las aseveraciones reclamadas de forma prejuicial por algunos miembros en sus posturas, sino simplemente enseña el respeto a nuestro prójimo, al no tratar de oprimir a nadie, sea la decisión de ser quién seas, mientras ames a tu prójimo como a ti mismo, como lo estipula en su centro la Torá.

Como jóvenes judíos mexicanos, tenemos fe en nuestra comunidad. Sabemos que gracias al trabajo de cada uno de los líderes comunitarios, se han logrado cosas increíbles. Es hora de demostrar que estamos orgullosos de nuestra comunidad, al plasmar un poco de nosotros en defensa de lo que creemos correcto.

Éste artículo no manifiesta la opinión de Enlace Judío y es obra del autor al manifestar su opinión y postura.