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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

En los últimos años, Israel se ha convertido en un importante centro de estudios sobre el autismo, un trastorno del desarrollo neurológico que es el segundo más frecuente entre los niños.

Las personas con autismo, incluidos los trastornos conocido como del espectro autista (TEA), tienen dificultades sociales y comunicativas que a menudo les dificulta salir de casa y vivir de forma independiente. Suelen tener un comportamiento repetitivo y pueden tener discapacidades intelectuales.

Israel ofrece una gama de productos y servicios de diagnóstico, apoyo y educativos para las familias de niños autistas, tales como el Programa de Intervención Mifné, en Rosh Piná, que trata a niños israelíes y extranjeros desde los dos años, y ALUT, la Sociedad Israelí para Niños Autistas, que les brinda servicios y programas desde el momento del diagnóstico hasta la adultez.

Éstos son los diez principales:

1. El BioHug Vest (chaleco de bioabrazo), de BioHug Technologies, con sede en Haifa, ofrece una presión similar a un abrazo para calmar las personas con autismo (foto). El chaleco portátil funciona con el principio demostrado de que la presión en ciertas partes del cuerpo tiene un perceptible efecto calmante. Las burbujas de aire del chaleco pueden bombearse automáticamente según una frecuencia predefinida o en forma manual con un control remoto, mientras que la ubicación y duración del “abrazo” pueden variarse. Principalmente se utiliza en la escuela y los tratamientos terapéuticos.

2. Neurobiólogos del Instituto Científico Weizmann, junto con colegas de los Estados Unidos, identificaron un método para identificar con precisión una señal biológica de autismo en niños de de muy corta edad mediante el escaneo de su actividad cerebral durante el sueño. Los niños con autismo mostraron una sincronización significativamente más débil entre las áreas del cerebro responsables del lenguaje y la comunicación. Usando los escáneres, los científicos fueron capaces de identificar el 70 por ciento de los niños autistas entre los uno y los tres años, la edad elegida para una intervención temprana.

3. La producción de la hormona oxitocina (la “hormona del amor”) es estimulada por actividades reproductivas como el sexo, el parto y la lactancia. Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem mostraron en 2011 que las personas con autismo tienen la mitad de la cantidad normal de oxitocina en sangre. Un estudio de 2013 del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Centro Médico Universitario Hadassah de Jerusalem encontró que las interrupciones en la exposición prenatal a la oxitocina pueden estar asociadas al autismo.

4. Perros para la Gente, fundada en 2006 por el entrenador Paul Elmakes, usa cursos de control de perros para construir el autoestima y las habilidades comunicativas de sus participantes humanos. “Los niños autistas responden bien a los muy comunicativos caninos. Eso es bueno para los niños que tienen problemas para expresarse. El perro les da una recompensa y una motivación para seguir tratando de alcanzar y conectarse y no quedarse en su burbuja. Vemos que los niños que no decían una palabra están empezando a hablarles a los perros”, contó su socio, Asia Pavis, a Israel21c.

5. Los niños concebidos con fertilización in vitro (FIV) son tres veces más propensos a tener un autismo de leve a moderado, según un estudio de 2010 realizado en el Centro Médico Assaf Harofeh, cerca de Tel Aviv, uno de los principales hospitales universitarios del país. El estudio reveló que 10,5 por ciento de los niños diagnosticados con TEA fueron concebidos con FIV, una cantidad tres veces mayor que la tasa de la población general de Israel.

6. Yad Hamoreh (la mano del maestro) es una escuela primaria pública de Jerusalem única en su tipo porque integra a unos 50 niños grave a moderadamente autistas con 187 chicos que no padecen esa enfermedad. Los alumnos tienen clases separadas dentro del mismo edificio, pero se reúnen para todas las demás actividades: comer, natación, música, horticultura y sesiones de terapia animal. Educadores de otros países la visitan a menudo para aprender cómo podrían replicar el programa.

7. Un estudio de 2012 del Centro Médico Sheba de la Universidad de Tel Aviv mostró una posible conexión genética entre el autismo y la esquizofrenia, en base a datos procedentes de Israel y Suecia. Ambos trastornos se caracterizan por la disfunción social y cognitiva. Los hermanos de niños esquizofrénicos son 12 veces más propensos a tener autismo.

8. Genetistas de la Universidad Hebrea proporcionaron una mejor comprensión de los mecanismos genéticos involucrados en el autismo mediante el escrutinio de datos genéticos de miles de familias con niños autistas. Se encontraron mutaciones y variantes de genes comunes en individuos autistas de grupos funcionales específicos.

9. En la primera semana de marzo de 2014, los principales investigadores de autismo israelíes y canadienses se reunieron para el Primer Simposio Canadá-Israel de TEA en la Universidad Hebrea de Jerusalem. Los participantes en la conferencia compartieron sus últimas investigaciones y sentaron las bases para una colaboración binacional.

10. Investigadores de la Universidad Hebrea, junto con científicos de las universidades de Nueva York y Princeton, descubrieron que el lenguaje corporal transmite un mensaje mucho más claro que las expresiones faciales al tratar de descifrar el estado de ánimo de alguien. “Desde una perspectiva práctico-clínica, los resultados pueden ayudar a los investigadores a entender cómo las expresiones corporales y faciales interactúan en las situaciones emocionales. Por ejemplo, los individuos con autismo pueden no reconocer las expresiones faciales, pero tal vez si se los entrena para procesar importantes señales del cuerpo, su rendimiento pueda mejorar significativamente”, explicó el doctor Hillel Aviezer a Israel21c.

Fuente:prensajudia.com