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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

El vecino país determinó el plazo de un mes para definir el futuro de la pieza. 

El Gobierno uruguayo debe decidir el futuro de la escultura del águila nazi perteneciente a la popa del Graf Spee, un buque alemán hundido en 1939 en la bahía de Montevideo. En 2006 la pieza fue encontrada en el mar por un grupo de rescatistas y ahora, luego de un largo litigio, ha sido declarada propiedad del Estado. Uruguay determinó que en el plazo de un mes se concretará si la escultura se subasta, se destruye o se expone en algún museo.

La pieza de bronce de 400 kilos de peso, de 2,8 metros de ancho por 2 de alto, con forma de águila con el símbolo de la esvástica fue lo más emblemático rescatado del Graf Spee, un buque alemán que se encontraba a 500 kilómetros de la costa frente al estuario del Río de La Plata para bloquear el abastecimiento enemigo en carne, lana y cereales.

Los barcos ingleses rodearon al acorazado alemán cuyo ataque logró dejar desperfectos menores pero que debían ser reparados. Por ello, el buque alemán solicitó permiso para ingresar al puerto de Montevideo, lo cual le fue concedido por 72 horas. El Alto Mando Naval alemán, a cargo del almirante Erich Raeder, estudió la situación y ordenó al capitán Langsdorff el hundimiento del navío y el escape por tierra de la tripulación. Desde 1939 que varias partes del buque fueron saliendo a flote como cañones, telémetros y piezas menores.

Actualmente, el águila está en una caja lacrada en dependencias de la Armada Nacional.Las tres opciones que se barajan sobre su futuro son destruirla, exponerla o venderla. El expresidente de la Comisión de Patrimonio de Uruguay, William Rey Ashfield, valoró que la pieza debe ser expuesta en un museo que explique su contexto aunque no exista en el mundo una muestra pública de objetos nazis.

Desde el 2007, el Gobierno alemán reclama que el águila no se muestre al público, por lo que se opuso a su exposición y también a su subasta. En Uruguay, además, existe una corriente de opinión que defiende la destrucción de la escultura.

Asimismo, el empresario y cazador de tesoros uruguayo Alfredo Etchegaray, uno de los participantes en la operación de rescate de la escultura que se encargó de los gastos, le fue concedido por la justicia uruguaya el 50% de los beneficios de una eventual venta. El precio de la estatua es difícil de establecer dado que las grandes casas de arte internacionales no incluyen en sus catálogos los símbolos nazis. El empresario dijo que espera que los derechos de la parte privada sean comprados desde el exterior o incluso por el Estado uruguayo y así poder recuperar la inversión que realizó.

Fuente:perfil.com