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GERARDO MÉNDEZ SOLANO

 

Hoy seguiré dando información interesante acerca de algunas cosas que ayudan a que Israel haya sido catalogado como el segundo ecosistema de emprendimiento después de Silicon Valley.

Llama mucho la atención, por ser la base del buen rendimiento y desempeño empresarial general, que para los israelitas poco importa la facha de las personas: su apariencia o la forma de vestir. En general, es básica, informal, e inconscientemente choca duro con nuestra cultura porque, como sabemos, aquí en Colombia y Occidente, puedes tener idea del status, cargo y nivel social de una persona a partir de la pista que te da su estilo y vestimenta. En Israel, no mucho. Puedes toparte con un doctor en ingeniería, gerente de una empresa que ha recibido en fondos más de 5 millones de dólares, que está en chancletas o en tenis, bermudas y una camiseta simple.

Las mujeres, igual. En ocasiones no estás seguro quién te recibe cuando te abren la puerta en una empresa, y no se te pasa por la cabeza que es la gerente que dictará la charla; a primera vista, no lo hubieras imaginado. “Lo que nos importa es qué puede hacer, qué tienes en la cabeza”.

Esto pasa también con el inglés y hasta con la fachada de algunos hoteles. La pronunciación del inglés es muy regular, pero logran expresarse bien, en general. En cambio en Colombia, fíjate que en ocasiones es al contrario. Entre mejor pronuncies, más aparentas saber inglés, pero no siempre el que bien pronuncia bien se comunica.

¿Los Hoteles? Puedes ver un hotel por fuera que te da un poco de miedo; descuidado, feo. Pero entras y está tematizado, huele bien, y en general está buenísimo y jamás logras entender cómo puede tener esa fachada.

Israel es un país de sólo 7,9 millones de habitantes y tiene listadas en el NASDAQ más compañías que Europa, Japón, Corea, India y China, juntas. Han ido migrando poco a poco las prioridades de la vida. Antes, la mayoría de madres querían que sus hijos fueran abogados o médicos (como en Colombia). Ahora, y cada vez más, quieren que sean emprendedores.

Hay zonas y calles en las que es muy probable que el que esté caminando a tu lado sea un emprendedor, así que puede ocurrir que la gente te hable y comiencen a conversar acerca de la empresa que están creando. Esa interacción es un bastión para crecer porque se crea un networking sólido.

En resumen, es un fenómeno mental emprendedor; es una posición mental que funciona y que deberíamos comprender mucho más en Colombia. Porque como dijo el Alcalde de Tel Aviv: Tel Aviv es un estado mental.

 

*Director de Criterium-Investigador de mercados–asesor estratégico
[email protected]
@CriteriumSAS

 

Fuente:eluniversal.com.co