¿Qué Palestina reconocen los europeos ?

JONATHAN TOBIN

Esta semana, el Parlamento británico votó una resolución no vinculante que reconoce a Palestina como Estado. El voto 274-12 a favor de este gesto simbólico no afecta a la política exterior actual de los Estados Unidos, pero, al igual que el anuncio hecho por el nuevo primer ministro de Suecia a principios de este mes, da más impulso a un esfuerzo palestino de eludir las negociaciones de paz.

Esto dice mucho más acerca de la disposición de los europeos para presionar e incluso demonizar a Israel que acerca de su supuesto apoyo a la paz.

Pero mientras que estamos hablando de reconocimiento, es justo preguntar a qué Palestina darán la bienvenida a la familia de las naciones: ¿La Autoridad Palestina débil, corrupta y antidemocrático de Cisjordania o el estado terrorista de Hamas en Gaza? ¿O a las dos?

La votación en Londres fue una especie de farsa y el primer ministro, David Cameron, ha dejado claro que no va a influir en las acciones de su nación. Propuesta por miembros comunes y corrientes del Partido Laborista de la oposición,  parece estar más impulsada por el deseo de avergonzar a su líder, Ed Milliband,  que por otro propósito. Pero debido a la incapacidad de los otros líderes de anular el voto, y en ausencia de una posición firme en contra del mismo de parte de Cameron- quien, junto con el resto de su gobierno y sus partidarios, se abstuvo  en lugar de arriesgar su gobierno por oponerse activamente a la medida  -refleja la simpatía del público hacia los palestinos.

Sin embargo, al igual que las manifestaciones de “Free Gaza” que sacudieron las ciudades europeas este verano pasado, mientras que los cohetes de Hamas caían sobre ciudades israelíes, uno tiene que preguntarse: ¿qué  exactamente creen que están haciendo?

En su nivel más básico, el reconocimiento de un Estado palestino parece ser una expresión de simpatía por los que se llevaron la peor parte de la decisión de Hamas de lanzar una nueva guerra contra Israel: los habitantes de Gaza. Fotos de los civiles palestinos que fueron asesinados, heridos o desplazados en los  contraataques israelíes generaron una ola de repulsión contra el Estado judío, así como el deseo de luchar a nombre de “Palestina libre”.

Pero ¿de qué Palestina estamos hablando?

¿Es la Palestina de la Autoridad Palestina que gobierna en la actualidad la mayor parte de Cisjordania, aunque bajo el manto de seguridad de las Fuerzas de Defensa de Israel? Sin duda, ésa es la Palestina que el primer ministro sueco cree que está apoyando. Aun así, no es una Palestina supuestamente lista para hacer la paz con Israel, sino que requiere del apoyo económico y político de Occidente con el fin de sobrevivir.

Pero la verdadera Palestina es una cleptocracia corrupta dirigida por Mahmoud Abbas, un hombre que actualmente cumple el 10 º año de un mandato presidencial de cuatro años. La Cisjordania gobernada por Fatah es una pequeña tiranía que oprime y roba a los palestinos, mientras recibe miles de millones en ayuda económica de Europa y Estados Unidos. Su líder con frecuencia dice a las audiencias occidentales e israelíes de que está dispuesto a hacer la paz con base en  una solución de dos estados, pero también es inflexible acerca de no estar dispuesto a reconocer la legitimidad de un Estado judío sin importar sus fronteras.

Ya que gran parte de la ira contra Israel es acerca de Gaza, el hecho es que demasiados europeos parecen dispuestos a pasar por alto su aborrecimiento habitual del terrorismo y estén dispuestos a considerar a Hamas como el gobierno legítimo de la Franja, el socio e la AP. No les importa que Hamas sea un régimen islamista brutalmente represivo que se alió con quienes tratan de derrocar a los gobiernos árabes moderados. Al igual que Al Fatah en Cisjordania, no tiene interés en mejorar la vida de su gente. Pero a diferencia de la AP, la única obsesión de Hamas es en la reposición de sus arsenales de cohetes y municiones y la reconstrucción de sus túneles del terror, con el fin de estar listo la próxima vez que sienta que otra ronda de combates con Israel es importante. Hamas, que es más popular en Cisjordania que Abbas y su partido, se dedica a poner fin a la “ocupación” pero con esta palabra se está refiriendo al Israel anterior a 1967.

Tampoco hay mucha esperanza de que el acuerdo de unidad entre Fatah y Hamas sea la base de un gobierno pro-paz. El espectáculo montado esta semana para los donantes internacionales para la reconstrucción de Gaza no hizo nada para reforzar la confianza en la capacidad del llamado” gobierno de tecnócratas de la AP que presuntamente  van a supervisar la reconstrucción de Gaza. En una señal del desprecio que los palestinos tienen para los tontos que siguen enviando dinero para sus arcas, la AP  prometió que sólo la mitad de los 5,4 mil millones dólares  sería  para la reconstrucción de Gaza. ¿Qué pasa con la otra mitad? Se nos dice que solventará el presupuesto de la Autoridad Palestina hasta 2017 , lo que significa que será dividida entre las facciones de la AP o indirectamente compartida con Hamas para sus propios fines nefastos. Pero de cualquier manera, los banqueros suizos que manejan las cuentas privadas de líderes de la AP deben prepararse para algunos depósitos de alto calibre.

Si los gobiernos de Europa o de sus manifestantes pro-palestinos estuvieran realmente interesados ​​en la paz, comprenderían que el reconocimiento unilateral de su independencia es una estrategia mediante la cual  la Autoridad Palestina evita tener que hablar con Israel.

Sin importar lo que puedan pensar de Israel o el gobierno de Netanyahu, éste ha manifestado su disposición a negociar una solución de dos estados. Pero este resultado sólo puede darse cuando los palestinos dejen de esperar que sus amigos extranjeros  repartan concesiones-o incluso los mismos israelíes, como Hamas  lo pide. Si querrían apoyar la paz,  exigirían a Abbas volver a la mesa con Netanyahu y ​​estar dispuesto a reconocer un Estado judío. Podrían también a deshacerse de Hamas en vez de  convertirse en su socio.

Visto bajo esta luz,  el reconocimiento de Palestina sin solicitar previamente la paz con Israel debe verse como una manifestación política de las mismas expresiones antisemitas que fueron tan comunes durante las manifestaciones “Free Gaza” .

Fuente: commentarymagazine.com