ELENA BIALOSTOCKY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

“Da mucha tristeza ver que la situación de la Comunidad judía de México, en cuanto a adicciones, está muy grave. Pero lo que más tristeza me da es el poco involucramiento de los padres” dijo el experto.

Umbral, organización judeo mexicana dedicada a la prevención de adicciones, invitó al Dr. Gil Braverman, psicólogo clínico, especialista en adicciones, a dar pláticas en los colegios e instituciones de la red educativa judía. Braverman es de origen mexicano y reside en Israel.

Enlace Judío tuvo la oportunidad de platicar en exclusiva con el médico:

“Llevo más de quince años trabajando en adicciones. La principal solución es la prevención.

En Israel, trabajo en Retorno, un centro de rehabilitación especial para población religiosa; es un centro de internamiento donde tratamos aproximadamente 90 pacientes. Mi trabajo se divide en tres áreas: Soy el jefe de admisión, trabajo en prevención y también trato pacientes.

Adicción es la necesidad de consumir una substancia o de tener una conducta mal- adaptativa pues es usada como un bastón o una medicina para tratar de adaptar nuestros problemas emocionales que no hemos podido afrontar.

En México, el problema de las adicciones en tremendamente grave. No es algo nuevo, sino lo vamos percibiendo desde hace mucho tiempo. En cuanto a porcentaje de adictos en nuestra colectividad, nos guiamos con las cifras del Gobierno de México: un diez por ciento de la Comunidad judía es adicta a algo.

Tuvimos dos semanas de trabajo intenso y da mucha tristeza ver que la situación de la Comunidad judía, en cuanto a las adicciones, está muy grave. Pero lo que más tristeza me da -y fue la información que recibí de todos los lugares a donde nos presentamos- es el poco involucramiento de los padres, que no se están preocupando realmente por lo que está pasando con sus hijos, lo toman muy a la ligera.

Los niños no tienen límites, no tienen fronteras, no hay valores en las casas. Los padres de alguna forma están comprando el cariño de sus hijos.

 

Las adicciones son enfermedades multifactoriales: las causas van desde genética, cuestiones emocionales, sociales y culturales que van relacionadas entre sí. Normalmente la adicción no va a despertar por un solo factor, tiene que ser una combinación de varios factores. Sí, hay una predisposición genética.

Básicamente, en cuanto a adictos, tenemos dos problemas, todo adicto tiene problemas emocionales (aunque no toda persona que tiene problemas emocionales es adicta); el segundo es un vacío emocional y de valores.

Las personas adictas tienen problemas con límites y reglas. Son como niños que no pueden crecer, son narcisista, creen que todo gira a su alrededor.

No creo que los excesos y la tecnología sean factores para entrar a las adicciones. A su vez, el dinero sí va a ayudar a conseguir drogas más caras.

Se han hecho muchas investigaciones, pero aún no existe la panacea. Tras mucha investigación, lo mejor (en cuanto a tratamiento) es una combinación de terapia cognitiva, terapia holística, que puede ser con animales o jardinería, el programa de los doce pasos, deporte y, si es necesario, tratamiento médico.

No se puede llevar a un adicto a tratamiento sin su consentimiento; lo va a boicotear y no va a. Hay que estar pendiente de cuando él pide ayuda, que será cuando toque fondo”.

Israel no es un país diferente al resto del mundo. La Organización Contra las Adicciones y el Juego calcula que hay aproximadamente doscientos mil adictos en el país.

En el Ejército de Israel ha aumentado el uso de las drogas y el alcohol, debido a que los últimos años han sido muy difíciles para Israel. Acabamos de pasar una guerra muy fuerte, es una forma de que los jóvenes manejen el estrés. Ha habido un cambio importante en la política del ejército, antes había cero tolerancia acerca de drogas. Actualmente se saca del servicio activo al soldado que usa sustancias adictivas, pero se realiza una investigación, se le da tratamiento y se le reinstala.

No veo ningún beneficio en la legalización de la mariguana; al momento en que la legalizas, estás autorizando que la usen. Los países que la han legalizado esperaban que, al hacerlo, iban a beneficiarse con los impuestos a la compra. De hecho, ya no les alcanza ni para pagar los tratamientos de salud resultantes de la legalización”.