2 años nuevos al año

LA MEIDELE

La verdad es que los paisanos tenemos lo mejor de dos mundos. Siempre tuvimos los puentes de las fiestas patrias y también faltamos a la escuela en la jaguim.  Nos disfrazamos para las fiestas de Halloween y también las de Purim. Pero lo mejor que tenemos, es que celebramos dos años nuevos al año. ¿Qué más puedes pedir? A continuación una lista de las 10 razones por las cuales es increíble festejar año nuevo y Rosh Hashaná.

 

  1. Las resoluciones

En la noche de año nuevo hacemos resoluciones para el año entrante con la mejor de las intenciones de cumplirlas. Prometemos ponernos a hacer ejercicio, dejar de gastar tanto dinero en Starbucks y bajar de peso. En el shul en Rosh Hashone, rezamos para dar comienzo a los 10 días de arrepentimiento por no haber cumplido esas resoluciones. Este arrepentimiento sirve de mucho cuando vemos que de postre en la cena hay rugelaj de chocolate. Así que los paisanos estamos más que cubiertos en cuanto a resoluciones con dos años nuevos al año.

 

  1. Las Reuniones

Rosh Hashone es una fiesta para pasar en familia, Año Nuevo es ideal para celebrar con los amigos. En Rosh Hashone todos vamos a casa de nuestros papás a disfrutar de la comida de la temporada y tenemos que soportar preguntas de Shimele (nuestro primo o tío fastidioso) como: “¿yyyy, ya tienes noviooooooo?”. En año nuevo nos morimos de la pena de admitir que no tenemos a dónde pasar el conteo en la media noche mas que en casa del mismísimo Shimele. Por lo tanto, los paisanos pasamos un año nuevo en familia y uno con los cuates.

 

  1. Las Rolas

En Rosh Hashone entonamos los clasicazos como “Beshana Havaa” o “Avinu Malkeinu” (aunque después del primer coro la mayoría de la gente balbucea). En Año nuevo ponemos las canciones que más estuvieron de moda ese año en el radio. Así que hacemos una fiesta old fashion al año y una moderna. ¿Ya ven? ¡Lo mejor de dos mundos!.

 

  1. Música en vivo vs. DJ

El jazan en el shul es un cantante profesional y muy preparado, con una voz hermosa (la mayoría de las veces). Mientras que el DJ de la fiesta de Año Nuevo es probablemente sobrino del anfitrión, que cree que sabe mucho de música y conectó su iPod al estéreo. El DJ debe mostrar sus habilidades para mezclar y poner música nueva. Pero si el jazan hace un remix de Rosh Hashaná se meterá en serios problema. Nadie espera sorpresas en Rosh Hashaná, pero ¿Quién no espera sorpresas en Año Nuevo?

 

  1. Instrumentos Musicales

El shofar, hecho del cuerno de un carnero, cuenta con una orgullosa tradición: Fue tocado por los judíos en el monte Sinaí cuando recibieron los 10 mandamientos. Las trompetitas de papel, hechas en China, de las fiestas de Año Nuevo se venden en paquetes de 8 que cuestan $20 aprox. Cuando el jazan anuncia el nombre de las notas del shofar, anticipamos el festín que toca en casa de la bobe. Pero cuando el conductor de TV de moda cuenta los segundos para la media noche, esperamos con ansias el sonido chillón y borracho de las trompetas de papel.

 

  1. Asistencia Obligatoria

No tener planes en Año Nuevo es inaceptable. Cualquiera que no tenga plan busca desesperadamente ser invitado a alguna fiesta. Nadie se atrevería a postear una foto en Facebook el 1ero de enero mostrando cómo se quedó en casa y pidió sushi. En Rosh Hashone el caso es diferente, pues todos vamos al shul. Aunque la asistencia al templo sea escasa durante todo el año, este día está total y absolutamente repleta. En Rosh Hashone todos tienen plan.

 

  1. Mantenerse despierto

¿Qué creen que sea más difícil mantenerse despierto en el shul en Rosh Hashone o llegar a la media noche en año nuevo? Todos nos burlamos del señor que siempre se queda dormido en el shul y hasta empieza a roncar durante el discurso del rabino. Sin embargo, entre más pasan los años, más complicado parece mantenerse despierto en Año Nuevo (después de un día súper agotador en la playa de Miami o en la montaña de esquiar de Papá).

 

  1. Ponerse guapos

Sabemos que debemos lucir presentable en Rosh Hashone, las adolecentes ansían ir al shul para estrenar sus outfits. Todos en el shul se la pasan viendo qué se puso cada quién durante los rezos, no vaya a ser que alguien llegó demasiado escotada. En Año Nuevo, no hay tal cosa como demasiado escote. El chiste es usar la ropa más provocadora que se tenga, sin importar el frío clima de invierno.

 

  1. El beso de medianoche

Para muchos es un “big deal” darse un beso justo a las 12 el día de Año Nuevo. En el servicio de Rosh Hashone no existe un conteo regresivo para un besote. Cuando el rabino dice: “Estamos en la página 164”, nadie espera que beses a la persona que se sienta junto a ti.

 

  1. Felicitaciones

El típico “¡Feliz Año Nuevo!” no se diferencia entre Rosh Hashone y Año Nuevo, mas que en el idioma. Cuando escuchas a alguien decirte en el súper “L´shana Tovah” o “A Gut Yor” sabes que lo que quiere decir en realidad es: “Sé que estas cocinando Brisket y te veo en el Shul el jueves que empieza Rosh Hashone”. Pero cuando alguien te dice “Feliz Año Nuevo” en diciembre en español sabes que se refiere a: “Llevo tomando desde Guadalupe (12 de diciembre) y no voy a parar hasta Reyes (6 de enero).

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La Meidele: Es una niña no paisana, sino paisanísima de la comunidad de judíos en México. Yoga, Pants, Frapes con las amigas y mucho sushi; pero también tnuot, jaguim y tradiciones. Ve la vida de los paisanos a través de los ojos de una Millenial con mucho humor negro. Cree que no hay mejor filosofía de vida que la de burlarse de uno mismo, fan forever de Woody Allen. Aunque en realidad ¿Quién no es La Meidele?