MIRIAM BALEY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – De los místicos judíos nació la noción de un séder para el 15 de Shvat, celebrando el renacimiento de los árboles. Este séder se construyó alrededor de frutos, nueces y copas de vino de diferentes colores, las cuales se hicieron símbolos comestibles de los Cuatro Mundos místicos.

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A través de mucha de la historia del Judaísmo Rabínico, un hilo místico del pensamiento judío- a veces en el corazón intelectual y espiritual de la tradición- ha danzado con la Presencia Oculta de D-os en el mundo y, a veces, en la tierra misma.

Por ejemplo, durante siglos, en el pensamiento cabalístico los árboles que son mencionados en dos pasajes del Tanaj han mantenido un significado de gran intensidad.

Un pasaje- la historia de Gan Edén, el Jardín del Edén– le dio una gran importancia a los Árboles del Edén. En Proverbios, se equipara el “Árbol de la Vida” con sabiduría; tal vez con la Torá también y tal vez con la propia Divinidad.

De hecho, los cabalistas imaginaron las emanaciones de D-os (llamadas Sefirot) conectadas en un patrón orgánico al que llamaron “árbol”. Sin embargo, los primeros cabalistas relacionaron estas imágenes con árboles terrenales.

La Kabalá recibió una nueva energía a partir de la expulsión de los judíos de España en 1492 y, durante el siglo XVI un extraordinario grupo de cabalistas creativos se reinstaló en el pequeño pueblo de Tzfat (Safed) en la región de Galilea, en la Tierra de Israel.

Así que el sentido místico de la presencia de D-os se volvió cargado de la terrenalidad de vivir cerca de la tierra. La comunidad de Tzfat creó formas nuevas de celebración que veían la tierra y los ritmos de la naturaleza de una forma distinta.

La medianoche se convirtió en un momento especial de apertura celestial. El atardecer en vísperas de Shabat se volvió un momento de canto en las montañas. Y los árboles físicos se combinaron con la imagen y el símbolo de Un Árbol Cósmico, de D-os mismo, el Árbol que tiene sus raíces en el cielo y su fecundidad en la tierra.

De estos místicos nació la noción de un séder (cena) para el 15 de Shvat, celebrando el renacimiento de los árboles. Este séder se construyó alrededor de frutos, nueces y copas de vino de diferentes colores, las cuales se hicieron símbolos comestibles de los Cuatro Mundos místicos, así como evocaciones del Shefá Sagrado de D-os, todo lo abundante en la vida.

Este séder acostumbra contar con los siguientes elementos:

  1. Higos
    • Dátiles
    • Granadas
    • Aceitunas
    • Uvas
  2. Trigo y cebada (en forma de pan, pastel o cereal).
  3. Nueces variadas con cáscaras (nueces, almendras, pistaches, coco) y frutas con piel (naranjas, granadas, aguacate)
  4. Otras frutas con semillas comestibles (ej. arándanos)
  5. Otras frutas con semillas no comestibles (ej. duraznos, ciruelas)
  6. Vino o jugo de uva, tanto blanco como tinto
  7. Caja de caridad

Algunas de las bendiciones que se dicen durante el séder son las siguientes:

Para comer pastel o cereal: Baruj Atá Ad-nai, Eloheinu Melej HaOlam, boré minei mezonot.

Para comer pan, primero se deben lavar las manos y recitar Baruj Atá Ad-nai, Eloheinu Melej HaOlam, asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al netilat yadaim. Acto seguido, se recita la bendición del pan: Baruj Atá Ad-nai, Eloheinu Melej HaOlam, hamotzi lejem min haartez.

Las frutas pueden comerse en el orden de su preferencia; si no tiene ninguno, el orden es el siguiente: aceitunas, dátiles, uvas, higos y granada. Se dice la siguiente bendición y después se come una de las frutas: Baruj Atá Ad-nai, Eloheinu Melej HaOlam, boré peri haetz. Asimismo, en caso de que haya alguna fruta de temporada que la persona no ha comido todvía en esa temporada, diga la siguiente bendición y luego coma la fruta: Baruj Atá Ad-nai, Eloheinu Melej HaOlam, shehejeyanu vekiyimanu vehigiyanu lazmán hazé.

Las copas de vino suelen ser cuatro, de manera similar al séder de Pésaj: la primera se sirve con puro vino blanco; la segunda, es de color rosa claro (vino blanco con una gota de tinto); la tercera, un poco más obscura (se le añade más vino tinto); y la cuarta es casi totalmente roja, ya que se le añade sólo una gota de vino blanco).

Aún y cuando en el Calendario Hebreo cada año se festejan las mismas fiestas, cada año crecemos y desarrollamos nuevas perspectivas.


Fuentes: aish.com y My Jewish Learning.

Material con derechos de autor utilizado con permiso de A Person is Like a Tree: A Sourcebook for Tu Bishvat, por Yitzhak Buxbaum (Jason Aronson, Inc.), disponible en www.bn.com.

Reimpreso con el permiso de Trees, Earth and Torah: A Tu Bishvar Anthology, editado por Ari Elon, Naomi Mara Hyman y Arthur Waskow (Jewish Publication Society).

#TuBishvat