AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO
El Presidente francés, François Hollande, visitó el lunes el sitio donde estuvo un orfanato para niños judíos en la Segunda Guerra Mundial que fue allanado por la Gestapo nazi el 6 de abril de 1944.
Entre mayo de 1943 y abril de 1944, el orfanato en Izieu en la región Ain, en el sur de Francia, albergó a decenas de niños que huían de la persecución nazi.
El 6 de abril de 1944, 44 niños de entre cuatro y 12 años, así como siete adultos que los cuidaban, fueron arrestados en Izieu bajo las órdenes del jefe de la Gestapo, Klaus Barbie, conocido como el “Carnicero de Lyon” por su brutal represión a los combatientes de la resistencia.
Los niños y sus cuidadores fueron finalmente deportados a los campos de muerte en Auschwitz (Polonia) y Reval (Estonia). Del transporte entero, sólo sobrevivió uno de los adultos.
Hollande es el primer jefe de estado francés en visitar el sitio desde el ex presidente François Mitterrand, quien rindió homenaje a las víctimas del operativo de la Gestapo el 24 de abril de 1994.
Su visita llega en una época sensible en Francia. En enero, un hombre armado asesinó a cuatro rehenes judíos en un supermercado kosher en París, y en el año 2012 Mohamed Merah, un ciudadano francés de origen argelino, mató a soldados franceses y escolares judíos en una serie de ataques.
Hablando en Izieu, Hollande advirtió contra el “fundamentalismo religioso” y la intolerancia a las minorías, que él describió como “veneno letal para nuestra nación.”
“El mal no terminó [después que los niños fueron deportados] y regresa cada vez que las ideologías totalitarias y los fundamentalistas religiosos avivan el miedo y odio”, dijo, mencionando a los “150 estudiantes, en su mayoría cristianos, masacrados por fanáticos en Kenia” la semana pasada.
“Mientras hablo, en Siria e Irak las minorías están siendo perseguidas por sus creencias religiosas, sus orígenes y tradiciones, sean hombres, mujeres o niños”, agregó.
La suerte trágica de los “niños de Izieu” llegó a los titulares en la década de 1980 cuando se inició el largamente esperado juicio a Klaus Barbie en Francia.
El oficial de la Gestapo había escapado al enjuiciamiento de la posguerra con la ayuda de la CIA (entre otros) y se estableció en Bolivia, donde ayudó a Estados Unidos en operaciones anti-comunistas.
Finalmente fue localizado por cazadores de nazis y extraditado a Francia en 1983.
Tres años más tarde fue sentenciado a prisión perpetua por un tribunal en Lyon. Murió en la cárcel en 1991.
Fuente: Algemeiner
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México
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