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MARCOS GOJMAN

El ponernos tefilim cada mañana en el rezo de Shajarit está basado en cuatro versículos de la Torá: Éxodo 13:9 y 13:16 y Deuteronomio 6:8 y 11:18.

Los cuatro tienen el mismo mensaje: “Graben estas mis palabras en su corazón y en su alma y te será como una señal en tu mano y como un recordatorio en tu frente (o entre tus ojos), para que la ley del Señor esté en tu boca”. Algunos grupos en la época del Segundo Templo, como los sacerdotes, explicaban este mandamiento de manera figurativa, diciendo que tenemos que pensar en las palabras de la Torá como si las tuviéramos frente a nuestros ojos. Pero los rabinos de esa época lo tomaron literalmente y dijeron que las palabras de la Torá debían escribirse y ponerse físicamente entre los ojos y en el brazo.

Al menos dos docenas de fragmentos de pergaminos de tefilim se encontraron en las cuevas de Qumran junto con sus cajas y correas de cuero. Se calcula que datan del siglo II AEC hasta el siglo I EC, período crucial en el desarrollo del judaísmo rabínico. No se tienen evidencias del uso de tefilim en épocas anteriores, como en la época bíblica. En la Genizah de El Cairo se encontraron tefilim de forma cónica, algunos recubiertos de oro y que incluían el decálogo entre los textos de los pergaminos, además de los pasajes tradicionales que son cuatro: Éxodo 13:1-10 y 13:11-16, Deuteronomio 6:4-9 y 11:13-21.

El uso de los tefilim o filacterias (del griego phylakterion = amuleto) se empezó a popularizar entre los hebreos como una práctica para contrarrestar el uso de amuletos que hacían los pueblos idólatras. Lo usaban todo el día y no solo en el rezo como ahora.

El proceso de manufactura de las cajas de piel de los tefilim es bastante complejo, especialmente el de la cabeza que tiene cuatro compartimentos, a diferencia del de la mano que solo tiene uno. El proceso implica el curtido especial de la piel, el troquelado con prensas hidráulicas hasta formar los compartimentos, el repujado de la letra Shin en las caras exteriores, el pintado de negro del exterior y la colocación de los pergaminos. En el de la cabeza se colocan cuatro pergaminos en rollos separados y en el de la mano los cuatro pasajes van en un solo rollo. Después de cerradas las cajitas, se les coloca las correas con nudos que simulan la letra Yud en el de la mano y la letra Dalet en el de la cabeza. El proceso de fabricación de un par puede tomar hasta un año.

Pero con todo, el verdadero significado de los versículos que dieron origen a los tefilim no era el de crear un ritual más en los rezos. Poner los mandamientos de Dios entre tus ojos significa el pensar constantemente en ellos y atarlos a tu brazo significa el llevarlos a la acción. Los tefilim son más que un adorno en el rezo, son un llamado a pensar y a actuar.

 

Por Marcos Gojman
Bibliografía: Jewish Encyclopedia y otras fuentes.

Fuente:alreguelajat.com