Maestros peruanos - Enlace Judio MexicoDAVID HOFFS

Andar del tingo al tango en Machu Picchu cansa, pero le regala a uno una memoria inolvidable. El trayecto en tren de regreso a Cusco da la oportunidad para descansar y discutir distintos temas (además de varias siestecitas pues son más de cuatro horas). No pude resistirme y le pregunte al guía cómo funcionaba el magisterio en este país andino. Orgullosamente comentó que hace ya muchos años, para ser maestro, además de titularse en una universidad especializada (como nuestra Normal) era necesario concursar por plazas haciendo un examen. Además, todo maestro tiene la oportunidad y obligación de seguir examinándose para incrementar de “nivel” y ganar más (siempre y cuando pasen el examen), pero en caso de no pasar perder la vacante.

Si bien la comparación entre México y países como China, Singapur o Alemania es poco justa dada las diferencias estructurales, culturales y económicas de estos países (además de que los primeros dos tienen gobiernos dictatoriales y francamente prefiero un México democrático con CNTE, que dictatorial sin CNTE), el hecho de que Perú haya logrado evaluar a sus maestros y nosotros estemos sufriendo para lograrlo, me dio vergüenza.

Aunque soy crítico de la evaluación a los maestros tal cual está planteada, queda claro que retrasar su aplicación sería realmente lamentable.

Es verdad que los maestros no deben ser evaluados solamente ni principalmente por su conocimiento técnico sino por sus resultados, pues un buen maestro no es lo mismo que una enciclopedia andante (por más que yo aprenda recetas de cocina probablemente acabe envenenando a alguien un día de estos). Así, el docente debe tener habilidad para transmitir, enseñar y guiar a los estudiantes para además de impartirles conocimientos, formarles su pensamiento crítico, capacidad de análisis y fortalecer su integridad humana que constituyen los motores del camino hacia la civilidad. Un maestro debería evaluarse por el grado en que logra su principal responsabilidad: la educación de los alumnos. Qué mejor indicador que el desempeño de sus alumnos per sé. Si el indicador debe ser promedio, dinámico, ponderado o compuesto ya es discusión secundaria.

Ingeniero Industrial y Maestro en Administración y Finanzas.

Profesor en el Tec de Monterrey y asesor financiero para el sector público y privado.

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Fuente: capitalmexico.com.mx