Oded Shoseyov es Profesor en el Smith Institute of Plant Science and Genetics de la Universidad Hebrea de Jerusalem. Estuvo en la Cumbre de negocios Guadalajara 2015 y compartió un panel acerca de “Mejoras al sector agroindustrial a través de la innovación” con Ricardo Aguilar Castillo, Subsecretario de Alimentación y Competitividad, SAGARPA; César de Anda, Presidente del Consejo, World Egg Organization; Francisco Mayorga, Presidente del Consejo, Industrias Melder; y Félix Martínez Cabrera, Presidente de ANACAFE.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO- El debate pronto tomó el rumbo del maíz transgénico y de las polémicas relacionadas con el mismo.

Shoseyov se encuentró sorprendido que, aún hoy en día, haya debate en México acerca de los cultivos transgénicos: “Ésta es una tecnología de hace 20 años, y además el mercado más grande de México son los Estados Unidos, donde plantas que vienen de cultivos transgénicos son consumidos diariamente”.

La propuesta del académico e investigador era, en Guadalajara, ver la agricultura de manera distinta: “La agricultura no necesariamente nos tiene que proveer frutas. A 200 años de la Revolución Industrial, en la química moderna, no nos hemos desempeñado tan bien. Nuestros aviones siguen chocando como pueden ver, seguimos contaminando con nuestros coches, y las casas que construimos no aguantan los terremotos”.

Según Sosheyov, “deberíamos ser menos críticos con nuestros científicos. No tuvieron tiempo suficiente, solo 20 años, mientras la naturaleza ha tenido 3,000 millones de años de evolución para hacer algunos ejemplares maravillosos. Por ejemplo, los árboles Sequoia. Cargan cientos de toneladas, durante cientos de años, con la lluvia, el sol, el movimiento. No existe algún plástico que pueda aguantar tales condiciones, pero si ves la estructura de estos árboles en un microscopio, encuentras que la razón por la fortaleza de estos árboles es sorprendentemente que la nano fibra con lo que están hechos es de su savia. Y esta nano fibra es 10 veces más fuerte que el acero. Analistas creen que nano celulosa jugaran un papel muy importante como material industrial en el futuro.

Pero aquí esta el problema. Si tu hoy quisieras por ejemplo comprar nano celulosa para construir una casa, un bote, etc., no lo encontrarías comercialmente. Así que nosotros, en la Universidad Hebrea, estamos emocionados de desarrollar tecnologías para hacer nano celulosas que sean económicas. Y buscamos una fuente  para la producción de este material. Los restos de basura de la industria de papel son perfectos para esto, y además hay una enorme cantidad de este material. Europa sola manufactura 12 millones de toneladas de este material de desecho. Para ellos es un problema ambiental, para nosotros una mina de oro. En la universidad de Jerusalem desarrollamos tecnologías para hacer nano celulosa que se puede utilizar en varias aplicaciones. Por ejemplo polietileno reforzado.

Otro ejemplo son las pulgas de gato: son creaturas sorprendentes. Pueden brincar 200 veces su tamaño; el equivalente seria una persona que, de un brinco, llegue a la cima del Empire State. Se debe a una proteína llamada resilina.

Así que pensamos que seria sorprendente si tuviéramos este material, El problema es la obtención de este material, porque es complicado capturar pulgas de gato, y si lo hicieras serian pocas, y brincarían ( risas). Sin embargo,  capturamos una, extrajimos su DNA, lo secuenciamos su DNA y lo injertamos, por medio de ingeniería genética, en un organismo menos brincador, digamos una planta de tabaco.

Combinamos la nano celulosa de la savia con la resilina de pulga de gato. Este nuevo material  puede ser aplastado y vuelve a su forma natural. ¿Qué podemos hacer con este material? Por ejemplo meterlo en zapatos deportivos y así brincar mucho más. También producir implantes médicos sintéticos. Y esto es ideal, porque es resistente y flexible. Además puede servir para producir tejidos y órganos … y así mejorar nuestra calidad de vida.

Decidimos enfocarnos en el colágeno, que es el principal material de construcción en nuestro cuerpo. Los huesos son 50% colágeno, los ligamentos 100%, y los músculos también lo contienen. El problema con el colágeno es que provenía de cadáveres humanos y animales, así que constituía un problema de seguridad.

Lo que hicimos fue tomar los cinco genes humanos responsables de su producción, y los clonamos e injertamos en plantas de tabaco. Y hoy en día, en Israel, tenemos 25 invernaderos en todo el país donde existen estas plantas, que se ven exactamente como la planta de tabaco, a excepción que tienen estos 5 genes humanos. Una vez que crecen las plantas por 50 a 60 días, cosechamos las plantas y las llevamos al laboratorio para extraer el colágeno, y de ahí hacer implantes médicos. Ya tenemos el producto en Europa donde se encuentra en fase de pruebas avanzadas.

¿Que pasa si tomas fibra de colágeno y le añades resilina proveniente de las pulgas de gato? Obtienes fibra más elástica, y resistente. Así que en el futuro cuando hagamos tendones artificiales provenientes de plantas de tabaco con colágeno, añadiendo resilina proveniente de pulgas de gato, el paciente que obtenga ese implante tendrá mucho mejor desempeño que antes de su trasplante o lesión.

En resumen, en el futuro nuestro tecnología no sólo nos servirá para hacer comida, sino para hacer órganos artificiales.

Más adelante podremos injertar estos genes a plantas para hacer carne… sin necesidad de las vacas. Y así, comeremos de una manera más humana y sustentable.

LA PREGUNTA DE ENLACE JUDÍO

 

Enlace Judío ¿Cómo es posible que, con este tipo de tecnología, Israel tenga problemas de pobreza?

Oded Shoseyov: Respecto al problema de pobreza que mencionas, creo que es importante cómo defines pobreza, yo como israelí pienso que lo que los israelíes llaman  pobreza no el lo mismo que en otros países.

No soy economista, pero Israel parece tener un buen desempeño económicamente. Hoy si ves el NASDAQ (National Association of Securities Dealers Automated Quotation, la bolsa de valores electrónica y automatizada más grande de los Estados Unidos)  Israel es le segundo país que cotiza en el mundo. Cada mes, si sigues los diarios, hay al menos una compañía al mes que es vendida por cientos de millones de dólares. Y cada año, al menos una o dos, son vendidas por más de 1000 millones de dólares.

Además considera lo siguiente: el tamaño de Israel en términos poblacionales es el tamaño de Guadalajara, México. Así que me gustaría que otros países en el mundo se desempeñen como Israel.

Eso no es decir que no deberíamos ser más socialistas. Porque uno de los problemas en Israel es que el sector poblacional que está haciendo todo ese dinero no es generalizado, sino que es sólo un segmento, así que debiera haber más balance y distribución de la riqueza por parte del gobierno.