Mezuzah

¿Qué hace que una mezuzá sea kasher o no? Primero, el pergamino debe provenir de un animal kasher. Segundo, debe estar escrito por un sofer de la misma forma como se escribe la Torá. Tercero, no debe de tener errores.

MARCOS GOJMAN

El mandamiento de colocar una mezuzah en el marco o poste de la entrada de la casa está escrito en los versículos VI:6 y VI:9 de Deuteronomio que dicen: “y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón”, “y las escribirás en los postes (mezuzot) de tu casa y en los portones (de tus ciudades).” Es por lo tanto una “mitzvah d´oraita”, un mandamiento de la Torá.

La mezuzah consta de dos partes: El “klaf”, un pedazo rectangular de pergamino que tiene escrito al frente versículos de la Torá: Deuteronomio VI: 4 al 9 y XI: 13 al 21, y en el reverso la palabra Shadai, nombre de Dios e iniciales de la frase “Shomer Dlatot Israel” El que cuida las puertas de Israel. La otra parte de la mezuzah es el contenedor que va a guardar el pergamino y que puede ser de cualquier material y diseño. Lo importante de la mezuzah es el klaf y no el contenedor.

Todas las reglas relativas a la mezuzah están en el capítulo 11 del volumen 1 del Shuljan Aruj. La regla 24 dice que el propósito de la mezuzah es recordarnos que en ella está escrito el nombre de Dios y la 25 nos dice que se debe revisar la mezuzah dos veces en siete años.

Esto es parte del texto que está escrito en la mezuzah: “4 Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es uno. 5 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. 6 Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. 7 Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca; 9 escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades” (Deuteronomio VI).

En la época talmúdica se le atribuía un poder protector a la mezuzah. Esto se desprende de muchas anécdotas, como las de Artaban y Abba Arika y la de Onkelos. En la Edad Media, influido por la Kabalah, se le empezaron a añadir pasajes bíblicos donde Dios cuida a su pueblo y hasta nombres de ángeles. Maimónides condenó esta práctica de convertir la mezuzah en un amuleto para uso personal, por lo que se dejó de añadir textos adicionales a la mezuzah.

Un amuleto es un objeto diseñado para repeler el mal. Un talismán es un objeto diseñado para atraer bendiciones y prosperidad. A la mezuzah se le han atribuido las dos características. Esto sucede inclusive en nuestros días. El Lubavitcher Rebe, Rabbi Schneerson, recalcaba la importancia de la mezuzah como un dispositivo espiritual capaz de proteger de los efectos del mal de ojo y otras tragedias potenciales. Él decía: “Aun más, esta protección cubre a todos los miembros que viven en la casa también cuando salen fuera de ella”. Decía que cada mezuzah kasher que se coloca en una casa, protege en general a todo el pueblo judío.

¿Que hace que una mezuzah sea kasher o no? Primero, el pergamino debe provenir de un animal kasher. Segundo, debe estar escrito por un sofer de la misma forma como se escribe la Torá. Tercero, no debe de tener errores. Cuarto, no se le debe haber borrado ninguna letra. Algunos grupos dentro del judaísmo, especialmente en la rama ortodoxa, atribuyen el sufrimiento de la gente al hecho que las mezuzot de sus casas no eran kasher. Es difícil entender que alguien se enferme o sufra algún percance, porque el sofer que escribió su mezuzah algo hizo mal.

La mezuzah no pretende ser un dispositivo protector ni el origen de un castigo divino. La mezuzah es un símbolo y un recordatorio de nuestro Pacto con Dios, de nuestro amor, compromiso y voluntad de crear un hogar judío. Y esto es más que suficiente.

Bibliografía: Artículos de Cyrus Adler, I.M. Casanowicz, Michael Leo Samuel y Ari Z. Zivotofsky.

Fuente:alreguelajat.com