El Partido Social Demócrata sueco ni es conocido por su simpatía hacia Israel. Su dúo actual de líderes, sin embargo, el Primer Ministro Stefan Löfvén y la Ministra del Exterior Margot Wallström, han llegado muy lejos y están librando una campaña sistemática contra Israel.

Embajada Palestina Suecia

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El partido ganó las elecciones en septiembre del 2014 y regresó al poder después de una corta ausencia. Una vez que había sido formado su gobierno, el primer anuncio del Primer Ministro Löfvén se refirió al reconocimiento de un estado palestino.

Esto fue excepcional incluso en el territorio hostil de la Unión Europea, la cual todavía no había tomado una política tan extrema contra Israel y provocó una ola de reconocimientos de un estado palestino por parte de parlamentos de países importantes tales como Inglaterra, Francia y otros. Aunque las resoluciones no son vinculantes, Israel sufrió daño político. No obstante, no son evidentes arrepentimientos o reflexiones en Suecia, y continúan los ataques contra Israel como si fuera el Enemigo No. 1, y todos los problemas económicos y sociales de Suecia – que son numerosos – son eclipsados por la “amenaza” que presenta Israel para este país pacífico y placentero.

Aunque el reconocimiento de un estado palestino fue una continuación de la política hostil de la izquierda de Suecia hacia Israel, estuvo también dirigido a la gran minoría musulmana del país – comprendiendo unas 700000 personas – con el objetivo de atraer a los votantes musulmanes al partido en las próximas elecciones. Debido a que el Partido Social Demócrata había reunido apenas el 31.2% de los votos y sólo se las arregló para formar un gobierno minoritario con los del Partido Verde – un partido radical que es opositor de Israel – esas elecciones se suponía que serían celebradas en un número de meses. Durante mi mandato diplomático en Suecia a principios de la década del 2000, todos mis esfuerzos por conducir un diálogo con ese partido cayeron en oídos sordos. Por último, sin embargo, las elecciones tempranas fueron canceladas bajo la presunción que este gobierno durará su mandato completo de cuatro años. Pero esto no le ha impedido continuar arremetiendo contra Israel, y las relaciones de los dos países se han convertido en un círculo de altercados.

En su respuesta a los ataques terroristas en París en noviembre, la ministra del exterior se las arregló para vincular al Estado Islámico con el problema palestino. Ella describió a los terroristas del Estado Islámico como jóvenes frustrados similares a los terroristas palestinos que salen a asesinar judíos.

Algunos días más tarde, el 4 de diciembre del 2015, en una sesión del parlamento sueco sobre la cuestión de la actual ola de terror, que en Israel ha involucrado acuchillamientos y atropellamientos, la ministra del exterior dijo que condenaba esos actos pero agregó que la respuesta no debe ser similar. Las ejecuciones extrajudiciales -una desproporción en el número de atacantes muertos – significaban que murieron más atacantes que víctimas de ataques. En otras palabras, Margot Wallström estaría complacida si los judíos atacados fueran a resultar muertos en mayores números y si cada persona atacada, sea un niño, mujer, persona anciana, o incluso un soldado o un policía, fueran a luchar con el atacante enloquecido y cargando cuchillo en forma tal como para llevarlo a juicio. Uno se pregunta si la Sra. Wallström, Di-s no permita, fuera a ser atacada por un terrorista con un cuchillo, si ella le diría, “Sr. Terrorista, señor, por favor deténgase, comprendo que usted está desesperado, llamaré a un policía, él lo arrestará y usted tendrá un juicio justo.”

Durante la sesión la ministra del exterior expuso total ignorancia sobre los hechos en Israel. Ella de hecho no estaba al tanto de, o ignoró intencionalmente, el rechazo palestino a las negociaciones con Israel y la seria incitación anti-israelí practicada por la Autoridad Palestina, con ningún otro que Mahmoud Abbas al timón. ¿Ella no sabía de los llamados a la destrucción de Israel por parte de Hamas y todos los artículos en las redes sociales y videos instructivos sobre cómo acuchillar judíos? Pero ella afirmó que Abbas le había dicho que estaba interesado en la paz, y ella le creyó. ¡El Primer Ministro Löfvén, quien habló en defensa de ella, expuso la nocion que apuñalar con cuchillos no constituye terror!

Estas censuras han provocado, por supuesto, respuestas diplomáticas israelíes. El reconocimiento de un estado palestino llevó a Israel a convocar a su embajador por un período corto. Las distintas declaraciones trajeron una dura respuesta del Primer Ministro Netanyahu. Pero es difícil contrarrestar una animosidad sistemática que se deriva de la ideología de odio de largo tiempo del Partido Social Demócrata.

Suecia Tiene Una Larga Historia de Políticas anti-Israel

En una visión retrospectiva está claro que el comportamiento del dúo Löfvén-Wallström sale de una larga tradición. El partido que ellos representan actualmente tiene una rica historia de amedrentar a Israel. El cambio para peor en la política de Suecia hacia Israel comenzó cuando Olof Palme se convirtió en el líder del partido a fines de la década de 1960. Hablando ideológicamente, él transportó a Suecia desde el bando occidental y pro-estadounidense a lo que entonces era llamado el “bando de la paz” y el Movimiento de los No Alineados, los que trabajaban para recortar la política de Estados Unidos hacia la Unión Soviética. El apoyó abiertamente a Vietnam del Norte y empeoró las relaciones de su país con los Estados Unidos. También se alejó de Israel y consolidó una política pro-árabe. Esa política fue puesta en evidencia en posturas anti-israelíes en las Naciones Unidas y en instituciones de la Unión Europea, y en denuncias a Israel sin tomar en cuenta la agresión e incesantes ataques árabes. Suecia fue, en verdad, el primer país europeo en invitar a Arafat para una visita oficial. Recuerdo bien los duros reproches que fueron dirigidos a Israel durante la segunda Intifada. Mientras los palestinos explotaban autobuses y restaurantes, matando a cientos de israelíes, el gobierno sueco eligió castigar a Israel e incluso dio un premio de derechos humanos a Hanan Ashrawi, quien es conocida por su hostilidad intransigente hacia Israel.

Entonces no hay nada nuevo en la postura de Löfvén-Wallström. Hoy, sin embargo, Suecia está más y más bajo influencia musulmana. Parece haber alcanzado un punto de quiebre donde ya no puede absorber más a los cientos de miles de migrantes musulmanes que, en vista del recibimiento generoso que ha acordado Suecia a tales migrantes durante los últimos 40 años, están golpeando a su puerta. El Primer Ministro Löfvén afirmó hace poco que Suecia estaba siendo ingenua acerca del riesgo de un ataque sobre su suelo, y que hay ciudadanos suecos que simpatizan con los asesinos del Estado Islámico. Por lo tanto, dijo, serían fortalecidos los mecanismos de seguridad y serían cambiadas las leyes para permitir el monitoreo y vigilancia de ciudadanos; las inspecciones fronterizas serían ajustadas también. Además, si es necesario sería cerrado el puente sobre el Estrecho Öresund, el cual conecta Copenague, Dinamarca y Malmö, Suecia y es visto como un símbolo de la libertad de movimiento en Europa. Además, parece que se han agotado los presupuestos para absorción de inmigrantes, y el gobierno puede aumentar los impuestos en el año próximo.

¿La nueva política de Suecia hacia los migrantes, obligada por las circunstancia, ha llevado al dúo Löfvén-Wallström a intensificar la enemistad hacia Israel como compensación al mundo musulmán? También debe destacarse que Suecia es un candidato para una banca no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU en los años 2017-2018 y necesita el apoyo de los estados islámicos. En este contexto hubo hace poco un interesante desacuerdo entre Suecia y Arabia Saudita.

Suecia Choca con Arabia Saudita

En marzo pasado, Margot Wallström “osó” alejarse de su acostumbrada indiferencia hacia la situación de los derechos humanos en Arabia Saudita y criticó una dura condena impuesta a un bloguero saudí, Raif Badawi, junto con el sistema legal saudí en general, el cual está basado en la ley de sharia. Arabia Saudita reaccionó cancelando el discurso programado de la ministra sueca ante la Liga Arabe sobre la cuestión de los derechos humanos – se puede suponer que no para lamento de los estados árabes. Los saudíes también convocaron a su embajador de Estocolmo, detuvieron la concesión de visas a empresarios suecos, y proclamaron que las palabras de Wallström constituyeron interferencia en sus asuntos internos y contravenían el derecho internacional. Los Emiratos Arabes Unidos retiraron de igual manera a su embajador de Suecia. La Liga Arabe y la Organización de Cooperación Islámica se unieron en denunciar las palabras de Wallström. Por su parte, afligida de temor que no sean dañadas las relaciones comerciales de Suecia con los estados islámicos, la ministra del exterior reclutó al Rey de Suecia – quien no tiene ninguna conexión con el Rey de Arabia Saudita – para que emita una declaración política que él estaba “preocupado” por la disputa con Arabia Saudita, aún cuando, según la constitución de Suecia, él tiene prohibido hacer tales declaraciones. Wallström misma se apresuró al parlamento y en una larga oración elogió al Islam y su contribución al desarrollo de la humanidad y a Arabia Saudita como un país importante en la comunidad internacional.

Ahí radica el problema: mientras que los árabes son numerosos, detentan poder político y económico, y están preparados para hacer amenazas en cualquier momento, la pequeña Israel es el único estado judío del mundo. Parece que ahí también radican los cálculos “iluminados” de Suecia, de los cuales no debe estar orgullosa.

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

El Emb. Zvi Mazel se desempeñó como Embajador de Israel ante Suecia entre los años 2002-2004.