Hoy en día el “Birkat HaJodesh”, “la bendición de la luna nueva,” es un ritual ampliamente observado en las sinagogas en todo el mundo.

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MARCOS GOJMAN

El inicio de un nuevo mes, Rosh Jodesh en hebreo, en la antigüedad se determinaba por observación. El comienzo de un nuevo mes estaba marcado por la aparición de la luna nueva o luna creciente y era cuando observadores reportaban al Sanhedrín el haberla visto y éste, después de verificar con dos testigos, proclamaba el inicio del nuevo mes. Esto era muy importante, pues servía de base para celebrar las otras festividades del calendario hebreo. El Sanhedrin mandaba mensajeros para avisar cuando había empezado el mes. La aparición de la luna se anunciaba al día siguiente con el sonido del shofar y se celebraba con fiestas familiares.

Está escrito en Éxodo 12:1-2: “Habló Dios a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:  Este mes será el principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año.” En este versículo se señala, por primera vez, que el año está dividido en meses. Y en Números 10:10 dice: “En las grandes ocasiones, en las fiestas y en los días de luna nueva, tocarán las trompetas sobre sus ofrendas y sus sacrificios de comunión; y este será para ustedes como un recordatorio delante de su Dios.” Aparte del toque de las trompetas y el sacrificio, la Torá no marca ningún otro ritual ni mandamiento para celebrar Rosh Jodesh, que fue la respuesta judía a la festividad pagana del dios de la Luna, celebración muy común en aquella época antigua.

Hoy en día el “Birkat HaJodesh”, “la bendición de la luna nueva,” es un ritual ampliamente observado en las sinagogas en todo el mundo. En el último Shabat del mes hebreo, el cantor alza el rollo de la Torá y anuncia el día de la semana en el que la luna nueva, Rosh Jodesh, caerá. Otro ritual, “Birkat Halevanah,” consiste en salir al aire libre, contemplar la luna creciente en el comienzo del mes y bendecir y alabar a Dios por la luna nueva (Sanhedrín 41b).

En el Talmud (Hagigah 18ª) se menciona a Rosh Jodesh como una festividad en la que está permitido trabajar, a diferencia de otras fiestas, como Shabat. Pero en otra parte del Talmud (Megilah 22b) comentan que Rosh Jodesh es una fiesta en la que la gente no trabaja y que por lo tanto podían permanecer en la sinagoga más tiempo. Esta contradicción la resolvieron los comentaristas medievales del Talmud, como Rashi y los Tosafot, explicando que los hombres podían trabajar, pero las mujeres no. El Shuljan Aruj, en sus leyes de Rosh Jodesh, sección 1, dice que sí está permitido trabajar, pero que es una “buena” costumbre que las mujeres no trabajen.

Hay una leyenda que cuenta que cuando los israelitas iban a crear el becerro de oro, los hombres les pidieron a las mujeres todas sus joyas y su oro para fundirlas. Las mujeres se negaron a darles sus joyas y Dios les dio como premio una fiesta especial para ellas: la fiesta de Rosh Jodesh.

Hoy en día las mujeres que no trabajan en Rosh Jodesh forman grupos que se reúnen para celebrar la festividad a través del rezo, el ritual, el estudio, el canto y la discusión de temas relevantes para la mujer. Es como un Shabat exclusivo para mujeres.

Bibliografía: Material del Schechter Institute of Jewish Studies, Women of the Wall y otras fuentes.

Fuente:alreguelajat.com